Entrevistas
“30 años de un argentino como instalador en Ibiza”

En realidad, Juanjo Medori, un tipo de aire radicalmente afable y mirada franca, segura y limpia, llegó a Ibiza hace más de 30 años, pero esos son los que acaba de cumplir Medori Electricidad, una de las empresas instaladoras más representativas de la isla. No son muchas las empresas de este colectivo que pueden llegar a ese aniversario y aún son muchas menos las que lo hacen con la vitalidad que exhibe Medori Electricidad. Gran parte de culpa la tiene su fundador, un argentino que en este tiempo ha alcanzado un reconocimiento y una valoración personal y profesional que va más allá de la propia empresa y que se puede palpar fácilmente en la isla y, sobre todo, en la ciudad que toma su nombre.
Hace tres décadas, concretamente en marzo de 1985, fundó la empresa que lleva su apellido y desde entonces ha ido consolidando el proyecto, con la valiosa ayuda también de personas y colaboradores, especialmente de Sergio Pera y Elena Sánchez que son los otros dos pilares en los que se ha asentado esta firma, que el pasado mes de mayo celebró el aniversario en su sede, con la presencia de alrededor de doscientos invitados.
Familiares, amigos, clientes y proveedores estuvieron presentes en la fiesta de celebración de una empresa convertida en todo un referente en Ibiza y Formentera en lo que se refiere a instalaciones, montajes y mantenimientos eléctricos y de climatización.
¿Cuál es el balance de estas tres décadas y de la experiencia lograda en este recorrido desde que se asentó en Ibiza?
El balance no puede ser otra cosa que muy positivo. Han sido años de mucho esfuerzo, muchas dificultades, no siempre ese trabajo te reporta el mismo resultado, pero en general el balance es más que satisfactorio y la prueba es que estamos aquí y hemos celebrado con entusiasmo estos 30 años de Medori Electricidad, con un montón de amigos y clientes y lo mejor de todo es poder percibir la satisfacción del aprecio y la relación personal que ha nacido también a partir de la relación profesional.
Somos una empresa pequeña, que ha tratado siempre de tener la dimensión adecuada a sus necesidades y poner el acento en las personas
¿Cómo fueron los primeros pasos? ¿Cómo nació Medori Electricidad?
El nacimiento fue en marzo del año 1985, como persona física. En ese periodo inicial hubo momentos importantes como aquél en el que abrimos una tienda especializada en iluminación, que llamamos “La luz divina” y que se mantuvo durante tres años y nos permitió darnos a conocer y hacer una labor de fidelización con muchos clientes de la isla y de la propia capital. En 1992, la competencia en Ibiza en ese ámbito ya era muy grande y era muy difícil mantener la tienda y la empresa instaladora al mismo tiempo, por eso decidimos cerrarla y continuar con la segunda, que era nuestra dedicación natural.
Y otro hito importante es la entrada en el sector de las instalaciones fotovoltaicas, en el año 1998, otro momento fundamental en la empresa. Desde el año 2002 somos una sociedad limitada y dos años después iniciamos la comercialización de energía con Gesa-Endesa. Como punto de servicio de la compañía eléctrica estuvimos hasta el año 2012, momento en el que empezamos a trabajar con Fenie Energía, lo que ha supuesto un importante paso adelante, porque el nivel de exigencia por parte de la empresa comercializadora es mucho menor. Además hemos profundizado en toda la labor relacionada con la eficiencia y el asesoramiento energético, que creo que son las vías de negocio de futuro para las empresas instaladoras.
¿Cómo prevé el futuro del colectivo y el de su propia empresa?
El futuro no es fácil, porque el sector ha vivido demasiado ligado a la construcción y ésta se movía antes de la crisis en cifras irreales. De modo que la mejoría no pasa por el fin de la crisis, sino por el cambio del modelo, hacer nuestro trabajo menos dependiente de la obra nueva, cuyas cifras de la década pasada tampoco volverán aunque acabe la crisis.
La actividad pasa por apostar por facetas como el asesoramiento energético, las energías renovables y el autoconsumo –aunque ahora estén sufriendo el retroceso que quiere imponer la nueva ley- el vehículo eléctrico, etc. Pero no son sólo las nuevas actividades, sino también un cambio de enfoque, una mayor cercanía al cliente y ofrecerle servicios que antes no necesitaba pero ahora sí, como por ejemplo un mayor asesoramiento de cara a ser eficiente en su consumo, la eficiencia energética es una realidad cada vez mayor y cada vez más presente para toda la sociedad.
En este sentido, en Medori Electricidad disponemos de un área de eficiencia energética, que incluye numerosos servicios, porque uno de nuestros principales objetivos en la empresa es la orientación al cliente y dar solución a sus problemas a través de un profundo conocimiento de sus necesidades.
En Medori Electricidad disponemos de un área de eficiencia energética, que incluye numerosos servicios, porque uno de nuestros principales objetivos en la empresa es la orientación al cliente
¿Cómo fue la fiesta de celebración del 30 Aniversario?
Fue un momento muy especial, muy cálido. Somos una empresa pequeña, que ha tratado siempre de tener la dimensión adecuada a sus necesidades y poner el acento en las personas. Durante la crisis hemos tenido que hacer reestructuración y reducción de personal, pero siempre intentando minimizar sus efectos, porque sabemos lo que supone. Ahora mismo somos 12 personas y teniendo en cuenta esa dimensión, nuestro objetivo también es trabajar en muy estrecha colaboración con nuestros clientes, darles un asesoramiento muy cercano para que sea lo más útil posible.
Esa cercanía con todos creo que se vio reflejada también en el 30 Aniversario, también por supuesto entre los que componemos la empresa. Un equipo humano pequeño tiene que trabajar comprometido y muy vinculado entre sí, por ejemplo sin ese compromiso total de Sergio y Elena, por ejemplo, que son dos pilares indispensables de la empresa, Medori Electricidad no podría haber llegado hasta aquí.
La fiesta acabó incluso con un improvisado recital de poesía, a cargo de Ricardo Medori, padre de Juanjo y recién llegado de Argentina a sus 88 años, que improvisó unas palabras y versos de Amado Nervo.