Opinión
Rafael Suárez, gerente de ASINEC, Asociación Provincial de Electricistas de A Coruña
“Las empresas instaladoras, protagonistas de la transición energética”

(Rafael Suárez es gerente de ASINEC, Asociación Provincial de Electricistas de A Coruña. En la siguiente tribuna de opinión valora el protagonismo que la transición energética supone para las empresas instaladoras, en diferentes vertientes).
Estamos de suerte porque seremos el principal protagonista para poder llevar a buen puerto un desafío que va a requerir un importante esfuerzo: la transición energética de nuestro país antes del año 2030. Algunos ya nos hemos olvidado, pero en tiempos de pandemia la actividad de las empresas instaladoras fue declarada esencial, y es un detalle que debemos poner en valor, somos esenciales, por lo tanto, no es casualidad que seamos los elegidos, ya que sin nosotros no va a ser posible llevar a cabo esta transición energética.
Para poder cumplir con este encargo es necesario conseguir tres objetivos, duplicar el esfuerzo en eficiencia energética, triplicar la potencia en energías renovables, y llegar a los 45.000 puntos de recarga de vehículos eléctricos:
- En cuanto a la eficiencia energética, se están llevando a cabo distintas actuaciones, a través de ayudas procedentes de los fondos europeos, en cuya ejecución nuestro gremio está muy implicado, tanto eléctricas, como de telecomunicaciones o de climatización. Este objetivo se distingue de los otros en que no siempre se trata de actuar en instalaciones nuevas, sino que hay mucho que hacer en la rehabilitación de instalaciones ya existentes, lo que hace que nuestro papel sea más importante aún, ya que somos nosotros los que tenemos el trato directo con los usuarios y, por lo tanto, quienes podemos ayudarles a concienciarles de la importancia de renovar la iluminación, modificar el sistema de calefacción, climatización, etc. La eficiencia energética puede aportarnos mucho trabajo, pero tendremos que reciclarnos y adecuarnos a nuevas tecnologías, como las que controlan y optimizan los consumos, tanto en el ámbito residencial como en otros.
- Para lograr el objetivo de energías renovables, las instalaciones de autoconsumo son decisivas, aunque aún queda mucho para cumplirlo. En este eje, las empresas instaladoras desempeñaremos un papel determinante en la ejecución de las instalaciones, pero no sólo depende de nosotros, porque nos estamos encontrando con un contratiempo importante en la tramitación de licencias y subvenciones, y si la Administración no ayuda se perjudicará notablemente de cara a la consecución de la meta prevista. Lo vemos a diario, y percibiendo el empeño de Europa y de nuestro propio país por las renovables, no parece normal que la instalación de un sistema de autoconsumo se lleve a cabo en unos días y la legalización para su puesta en servicio tarde varios meses. Algo no encaja y debe ser corregido.
- El despliegue de infraestructuras para el vehículo eléctrico es otro reto que creemos difícil de alcanzar. La principal barrera para el desarrollo de la movilidad eléctrica es el alto coste de los vehículos, pero también la disponibilidad de infraestructuras de recarga de acceso público, tanto a nivel urbano como interurbano. Se están instalando muchos puntos de recarga privados, pero no cabe duda de que con las autonomías actuales de las baterías, la única forma de lograr una electrificación masiva de turismos sería disponiendo de puntos de recarga públicos por todo el territorio. En todo caso, también puede suponer un importante nicho de trabajo para los instaladores si hay apoyo institucional suficiente.