Los aparcamientos privados no residenciales deben cumplir con la legislación que desde el 1 de enero 2023 les exige disponer de un punto de recarga para vehículos eléctricos por cada 40 plazas. La obligación que recoge el Real Decreto-ley 29/2021 afecta a grandes parkings en zonas urbanas, centros comerciales, hoteles, restaurantes u otras zonas de ocio, pero muchos de ellos todavía se encuentran en fase de planificación de las nuevas instalaciones.

 

Sin embargo, puede que haya gestores de aparcamientos que se inclinen por soluciones simplemente para cumplir con la norma, pero que luego a largo plazo no sean las más adecuadas. Por eso es necesario valorar diferentes factores que influyen al seleccionar un punto de carga y el tipo de instalación que se va a implementar.

Aunque la normativa establece como obligatorio un punto de carga por cada 40 plazas, desde las administraciones ya se está valorando la posibilidad de ajustar la ratio para aumentar el número de cargadores. Esta situación simplemente adelanta las exigencias futuras de los conductores, que necesitarán un mayor número de estaciones de recarga conforme aumente la presencia de vehículos eléctricos.

 

Sencillez en la instalación y facilidades para la ampliación

Un primer factor muy relevante, por tanto, debe ser la escalabilidad, seleccionar una solución que permita ampliar el número de puntos de carga de forma sencilla y sin grandes obras ni reconfiguraciones permitirá cumplir la legislación actual y anticiparse a posibles cambios y al aumento de la demanda. Además, las configuraciones deben ser automáticas y sin límites en cuanto a número de unidades instaladas, con el objetivo de ahorrar costes y tiempo en las fases de instalación, manejo, ampliación, y mantenimiento.

Entre los aspectos técnicos que deben valorarse está el formato de conexión de la estación de carga a la red y su uso de energía. Disponer de una estación de carga con balanceo dinámico mediante la rotación automática de las fases garantizará una distribución óptima de la corriente disponible, independientemente si se trata de coches híbridos enchufables o coches 100 % eléctricos. La selección de soluciones de recarga sin cables y con configuración automática garantiza la seguridad, el control y la monetización de las instalaciones

 

Conectividad e inteligencia combinado con robustez y durabilidad

Seleccionar puntos de recarga inteligentes es esencial para cualquier aparcamiento privado no residencial. Además de garantizar un control total del cargador, evitando malos usos, ajustando las potencias o comprobando su disponibilidad, permite monetizar la instalación. La integración y compatibilidad con softwares comerciales facilita a los gestores cobrar a los usuarios por las recargas, garantizando así la rentabilidad y el retorno de la inversión.

Otro factor importante tiene que ver con poder garantizar la durabilidad del punto de carga, en el caso de entornos interiores con acumulación de polvo, mientras que en los exteriores se debe tener en cuenta lo cambiante del clima y las condiciones meteorológicas. En resumen, es importante no ceñirse al corto plazo y al mero cumplimiento de la normativa, sino que al elegir el punto de carga es necesario seleccionar una instalación que garantice eficiencia y eficacia inmediata y en el futuro, especialmente cuando hablamos de una tecnología en clara expansión y que se prevé que crezca mucho más rápidamente en los próximos años.

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