Digitalización
Las claves para un nuevo modelo productivo basado en las energías limpias y la digitalización

El estudio “Claves e inversiones estratégicas para una España 5.0”, elaborado por PwC con el patrocinio de Siemens España, ofrece un detallado análisis sobre la situación actual de la economía española y los retos que tiene por delante el país para abordar un cambio de modelo productivo que fortalezca el tejido industrial, mejore la resiliencia de las infraestructuras y adapte el sector energético al proceso de digitalización.
Su presentación contó con la participación de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto y del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, así como los de Siemens y PwC, Miguel Ángel López y Gonzalo Sánchez, respectivamente. En su transcurso se anunciaron planes y actuaciones ambiciosas para conseguir elevar el peso del sector industrial al 18 % del PIB y conseguir, en un plazo de diez años, que el 74 % de la energía generada en España sea de origen renovable.
El estudio ahonda en esa renovación del modelo productivo español gracias al impulso que supondrán los 140.000 millones de euros de los fondos Next Generation, que se plasman en el Plan de Recuperación y Resiliencia, 72.000 de ellos en forma de subvenciones no reembolsables y 68.000 millones de euros en créditos. Dicho plan dará lugar a lo que el estudio denomina la España 5.0, un modelo de país más sostenible y centrado en las personas, basado en una industria más digital y competitiva y apoyado en el desarrollo de infraestructuras más inteligentes y eficientes.
“5 millones de vehículos eléctricos en 2030”
Entre otros datos, este nuevo modelo contribuiría a elevar en diez años el gasto en I+D+i hasta el 3 % del PIB y permitiría que circulasen en España 5 millones de vehículos eléctricos y, gracias a la recapacitación digital, podría generar 220.000 nuevos empleos, lo que cubriría, por ejemplo, la demanda existente de 20.000 especialistas en ciberseguridad.
Impulso a la industria
En un contexto en el que el 99,4 % del tejido productivo lo componen pymes y, de ellas, un 84 % son microempresas, la industria se ha alejado en los últimos años del objetivo del 20 % de contribución al PIB, marcado hace unos años por el Horizonte 2020. Además, ese modelo productivo de pymes y micropymes resulta más vulnerable a las amenazas de una sociedad hiperconectada y determinada por los avances tecnológicos, el uso masivo de dispositivos móviles, la computación en la nube (Cloud y Edge Computing), la inteligencia artificial (IA), el Internet de las cosas (IoT), la robótica, la realidad aumentada, la impresión 3D, los drones, el 5G o el gemelo digital, por citar algunos de ellos.
“Apostar de forma decidida por la digitalización, especialmente en las pymes”
Una de las principales actuaciones que el informe recomienda es establecer cuanto antes una estrategia clara entre las administraciones públicas y las empresas privadas para mantener el liderazgo de los sectores industriales en los que España es líder. Por todo ello, el estudio invita a crear un marco normativo estable que fomente la eficiencia energética en las industrias electro-intensivas; a establecer incentivos claros a la adquisición de nueva tecnología; a ayudar a las pymes a crecer y digitalizarse −siempre con los mayores estándares de ciberseguridad−, y a impulsar la colaboración público-privada para fomentar la capacitación digital de los profesionales y conseguir atraer talento digital. Según Miguel Ángel López, presidente de Siemens España, “la digitalización no sustituye a las personas, sino que cambia su rol y las libera de realizar tareas mecánicas”. Con el salto cualitativo de la capacitación digital de los profesionales se podrían generar 220.000 nuevos empleos e inducir un aumento de la riqueza equivalente al 6,7 % del PIB en 2030. Gonzalo Sánchez, presidente de PwC España, resaltó la importancia de “apostar de forma decidida por la digitalización, especialmente en las pymes, que constituyen el grueso de nuestra realidad económica y que pueden aprovechar esta oportunidad para ganar masa crítica y afrontar los retos de nuestra economía”.
Infraestructuras inteligentes más eficientes
El estudio señala que se impone en estos momentos la necesidad de avanzar hacia la monitorización y gestión remota de elementos como la climatización, la iluminación, el aforo o la seguridad, especialmente en infraestructuras críticas como hospitales, aeropuertos o centros de datos. Los edificios son responsables de cerca del 36 % del consumo energético mundial y del 39 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ello, el autoconsumo y la eficiencia energética se configuran como elementos fundamentales para la descarbonización de la economía.
Los edificios de la España 5.0 serían prosumidores de energía, mucho más activos y con potestad para generar electricidad, usarla, venderla, almacenarla o distribuirla a las redes inteligentes, formando así un ecosistema integrado. Según el estudio, el mundo va a necesitar en el futuro generar 2,5 veces más electricidad de la que consume hoy para calentar edificios, mover vehículos o alimentar procesos industriales. Por ello, es imprescindible apostar de forma contundente por las fuentes renovables, que son las únicas que garantizarían la sostenibilidad, junto con una adecuada estrategia de almacenamiento conectado a la red para aumentar su fiabilidad.
“Aprovechar espacios públicos (parkings, centros comerciales) para extender la red de recarga y fomentar una nueva cultura de movilidad”
En el ámbito del transporte hay tres importantes carencias: una insuficiente infraestructura de recarga, serios problemas administrativos para desarrollar esa red de forma coherente y una baja percepción del riesgo cibernético. El estudio propone aprovechar espacios públicos (parkings, centros comerciales) para extender la red y fomentar una nueva cultura de movilidad más compartida, apoyada en cargas nocturnas y con un mayor intercambio de energía.
Nuevo paradigma
Todos estos cambios suponen una profunda transformación de la realidad actual, de hecho en la actualidad los vehículos eléctricos representan en la actualidad tan solo el 0, 2% del parque automovilístico total, pero la consolidación de los nuevos hábitos facilitará que en 2030 circulen en España unos cinco millones de vehículos eléctricos (el 20 % del parque total). El Gobierno ha anunciado un ambicioso plan para alcanzar los 50.000 puntos de recarga en 2023, pero necesitamos acelerar el proceso porque hay países que nos llevan mucha ventaja. El estudio concluye que España debe profundizar en estas mega tendencias que dibujan una sociedad más limpia, más sostenible y más digital.