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Eficiencia Energética

Wolf anima a sustituir calderas comunitarias con combustibles fósiles antes de su obligatoriedad

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Wolf anima a sustituir calderas comunitarias con combustibles fósiles antes de su obligatoriedad

La prioridad que supone la transición energética hacia una sociedad descarbonizada es la principal razón que puede hacer que la nueva Directiva Europea de Eficiencia Energética de los Edificios sea aprobada durante la presidencia española de la Unión Europea, que se desarrolla durante este segundo semestre del año. Con ella será obligatoria la sustitución de las calderas comunitarias menos eficientes.

 

Se trata de una herramienta clave para lograr con éxito los objetivos europeos de descarbonización e independencia energética, lo que requerirá una importante reducción de las emisiones contaminantes (55 %) y neutralidad climática en 2050. Esta transformación pasa tanto por la intervención en la envolvente del edificio, como por la sustitución y mejora de las instalaciones térmicas. La futura Directiva establece que se fomentarán instalaciones de alta eficiencia, cuando sea técnica, funcional y económicamente viable, que proporcionen al mismo tiempo unas buenas condiciones climáticas interiores y de seguridad.

Además, la directiva también aborda la descarbonización de la calefacción y refrigeración, mediante la introducción de una base jurídica clara para que los Estados miembros establezcan requisitos para los generadores de calor basados en sus emisiones de gases de efecto invernadero o en el tipo de combustible utilizado. En la práctica, esto va a suponer la sustitución de miles de equipos ineficientes para que España pueda cumplir con los compromisos adquiridos en 2030. Conscientes de este reto al que nos enfrentamos, desde Wolf se apuesta por la sustitución de instalaciones progresiva y sin tener que esperar a la obligatoriedad impuesta por Bruselas.

A partir de 2024, los Estados miembros no ofrecerán ningún incentivo financiero para la instalación de calderas comunitarias que utilicen gas o gasóleo, por lo que la compañía recomienda que se planteen, desde ya, soluciones para sustituir la generación por equipos basados en aerotermia o bomba de calor, siempre que sea posible. Si las comunidades de vecinos son conscientes de las ventajas que ofrece la sustitución de sus calderas comunitarias pueden anticiparse a la norma y comenzar a ahorrar en sus facturas energéticas lo antes posible gracias a nuevos sistemas de alto rendimiento y con menores costes de operación.

Desde la compañía se apuesta también por soluciones híbridas en aquellos casos en los que no sea posible la sustitución completa, como pueden ser las aplicaciones de agua caliente sanitaria y apoyo a la calefacción, con la máxima inclusión de la bomba de calor y en combinación con calderas de condensación de alto rendimiento. Además, promueven también el uso de combustibles como el hidrógeno verde, una fuente de energía limpia y renovable que no produce emisiones de CO2, sólo vapor de agua. Sus calderas disponen de la tecnología H2-Ready, que permite incorporar hasta un 20 % de hidrógeno en la mezcla con gas natural con las consiguientes reducciones de emisiones en CO2.