Dos meses después… un tributo a la pérdida reciente de Jesús María Gómez Pescador

Este jueves 13 se cumplen dos meses del fallecimiento de Jesús María Gómez, que fuera gerente de Instagi, Asociación Empresarial de Instaladores y Mantenedores de Guipúzcoa, una pérdida inesperada y repentina que conmocionó al sector y sigue siendo difícil de asimilar todavía. Con la fecha en el recuerdo queremos recordar hoy el tributo que desde las páginas impresas de la última edición de Instaladores 2.0 le rendimos hace algunas semanas, de la mano de algunos amigos y compañeros, que tuvieron una estrecha relación personal y profesional con él. Y también con el recuerdo igualmente impreso del propio director editorial de esta publicación.

Inmaculada Peiró, Agremia

“Jesús Mari era brillante, inteligente, irónico, divertido y, a la vez implacable cuando debatías con él, siempre era un reto, tenías que ir preparada y eso hacía que sacara de nosotros nuestra mejor forma de pensar. Nos ha dejado huérfanos a muchos y ahora trataremos de seguir con su legado, por difícil que sea. Para mí, Jesús Mari ha sido, por un lado, el mejor director/gestor de asociación que una puede imaginar y, por otro, el mejor anfitrión y amigo que he conocido a lo largo de mi trayectoria asociativa. El primero lo llevaré siempre en mis pensamientos como faro profesional y el segundo me lo llevo en el corazón”.

Javier M. Martínez, ex presidente de Instagi

“Para mí Jesús Mari ha sido el ejemplo más elocuente de elegancia en todos los órdenes, en lo profesional, en lo personal… No dejo de pensar que hace unas semanas me llamó porque ya estaba involucrado con los preparativos del Congreso de Conaif y ahora pienso que no será igual sin él. Su ausencia supone un golpe enorme para la asociación, por todo lo que representaba para ella, que era su líder natural, pero ese golpe es mucho mayor para los que más cerca hemos estado de él y hemos podido disfrutar de su generosidad, de su confianza y, en definitiva, de su amistad”.

Daniel Carrasco, Gremi BCN

“Dialogante, inteligente, trabajador y sincero, como profesional consiguió poner en la cúspide a Instagi, profesionalizó la asociación y la dirigió con gran habilidad. Es un ejemplo a seguir para todos nosotros, su legado es muy importante, recuerdo con mucho cariño las jornadas de reflexión estratégica en las que participamos en las que nos mostraba su capacidad para pensar y dirigir.

Siempre estaba dispuesto para una conversación, recuerdo un día en el que le comenté un tema personal importante que me había sucedido, estuvimos hablando por teléfono un buen rato, pese a todos los líos que ese día tuviese en ese momento, para él, eso que le estaba contando era lo importante. Me demostró su amistad y su cariño en muchas ocasiones.

La relación profesional que hemos tenido a raíz de nuestra colaboración en Instalcampus, derivó en una relación de amistad entre todos los miembros. Nos ha permitido conocernos más allá de nuestro rol profesional, Jesús Mari siempre sabía provocar ese momento de risas, pese a debatir temas complicados, era un gran gestor de conflictos, con una caña terminábamos de debatir y charlábamos de nuestras cosas personales, vamos a echar mucho en falta esos momentos”.

Andoni Iturbe, Asociación de Instaladores de Vizcaya

“Jesus Mari siempre fue una persona a la que podías llamar para tratar cualquier asunto del día a día, siempre tenía el teléfono abierto dispuesto para ayudar a cualquiera. Fue un referente muy importante en el sector, innovador, colaborativo, cercano, apegado a la realidad, tranquilo pero enérgico, con una mirada con “luces largas”… Ha dejado un hueco imposible de ocupar.

Imagínate también el golpe personal…. Han sido tantas las “batallas”, reuniones, proyectos, discusiones conjuntas las compartidas con Jesús desde que nos conocimos hace casi 20 años… Todavía no me creo que no pueda agarrar el teléfono y llamarle para tratar sobre cualquier tema”.

Manuel de Elías, Epyme

“Destacaría de Jesús Mari, su generosidad, era un trabajador generoso, siempre dispuesto a la colaboración entre asociaciones, apostando fuerte por el crecimiento y la profesionalización del sector. Gracias a esta disposición para el trabajo y el diálogo surgieron de su mano proyectos muy interesantes. Ha sido un visionario en lo que al sector se refiere, con una capacidad de trabajo abrumadora.

Pero si algo quedará siempre con nosotros de su personalidad, son la humildad, la humanidad y la honestidad. Estas tres “haches” muy mudas en nuestra sociedad, son las que harán que nunca nos olvidemos de él. “Ya te echamos de menos “.

A su familia y amigos queremos enviarles nuestro más sincero pésame, junto con un profundo abrazo de aliento y ánimo de parte de todo el equipo de nuestra asociación y de los instaladores e instaladoras de Sevilla”.

Luis Cebrián, SEA Álava

“Desde que entré en SEA, en 2008, mis primeros pasos fueron con la Federación Vasca de Instaladores Eléctricos y de Telecomunicaciones y ahí, entre figuras como Teo Cid o los Iturbe estaba también Jesús Mari que, con su carácter marcadamente guipuzcoano, me facilitó el camino en el conocimiento de las inquietudes y las necesidades del sector. Mi compañero de Federación, Andoni Iturbe y yo nos hemos quedado “un poco huérfanos” (quién nos llevará ahora a una sidrería) pero seguiremos adelante en los retos del sector, que es lo que le gustaría al gran Jesús Mari”.

“Quién me va a invitar ahora a ese txakolí”

Luis García, Instaladores 2.0

“Has cumplido con creces, te has ganado el txakolí”. En las últimas semanas he releído unas cuantas veces ese mensaje de whatsapp en el que se detiene abruptamente mi conversación con Jesús Mari Gómez. Me parecía que condensaba bien algunos de los rasgos más definidos de mi relación con él, que tenía lo mejor de las buenas relaciones, que iba agrandándose y mejorando con los años. “Como el txakolí”, habría dicho él con una media sonrisa si pudiera leer esto.

Jesús Mari era la elegancia personificada y es una de las cosas que más me parece que lo distinguen, porque era elegante en los elogios -discretos, para qué más- elegante en su propia discreción, elegante también en la ironía y era, sobre todo, elegante en la generosidad como anfitrión. Siempre he pensado que Donostia le venía como anillo al dedo, porque transmitía a la perfección ese aire distinguido, que aprecia el buen gusto tanto en lo exquisito como en lo sencillo. Pero es que él también le venía como anillo al dedo a la propia San Sebastián, porque era un excelente anfitrión de uno de los mejores lugares para serlo. Tengo muchos vínculos personales y literarios con esa ciudad a la que siempre me produce una enorme alegría llegar, pero ahora sé que la próxima vez me costará un poco más hacerlo. Y que la notaré mucho más vacía que de costumbre.

Supongo que el carisma y la personalidad se revelan con mucha más fuerza en la ausencia, igual que el silencio resulta a veces estruendoso. Ya sabíamos todos que Jesús Mari era un tipo con carisma, igual que un referente profesional y que esa personalidad se nutre de todas las facetas de la vida, un poco de aquí y un poco de allá, un poco de lo personal y otro poco de lo que lo es menos. Pero su ausencia multiplica ahora y agranda ese carisma y lo sabemos porque pasen pocos o muchos días nos damos cuenta de que nos sigue provocando incredulidad y somos incapaces de hacernos a la idea. Supongo también que muchos lo tenemos muy presente y lo vamos a seguir teniendo mucho tiempo y, quizá por eso mismo, lo mejor que podemos hacer es recordarlo con esa media sonrisa irónica y afectuosa a la vez en el rostro y brindar por ese recuerdo tantas veces como podamos. Agur Querido Jesús Mari!”