Man plugging in charger into an electric car at charge station

España circulan ya más de 220.000 vehículos 100 % eléctricos, y se prevé que esta cifra aumente en un 22,3 % durante 2025. Este incremento está impulsado en gran parte por la electrificación de las flotas de vehículos de empresas, las ayudas gubernamentales y la concienciación medioambiental de los ciudadanos. El objetivo del Gobierno es superar los 5,5 millones de estos vehículos para 2030, una tarea que sin duda se prevé complicada con las infraestructuras actuales, pero que sigue siendo el objetivo por el que el sector debe guiarse en la segunda mitad de la década.

 

Las principales tendencias que impulsarán el desarrollo del sector de vehículos eléctricos este 2025, según la firma operadora de puntos de recarga ultrarrápida Electra, son las siguientes:

 

  • Redes de recarga más rápidas y accesibles. Según los datos de Anfac, Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones, actualmente el 43 % de la infraestructura de recarga pública en España se ubica en áreas interurbanas. Sin embargo, el 61 % de estos puntos ofrece una potencia máxima de 22 kW, es decir de carga lenta. Esta limitación implica tiempos de recarga de hasta tres horas, que es un plazo poco viable para los usuarios y que desincentiva la compra de vehículos eléctricos. Se prevé que esto cambie en 2025 y se dé un importante crecimiento de los puntos de recarga ultrarrápidos que, aunque en este momento apenas representan el 5 % del total, irán aumentando tanto en número como en accesibilidad. Estas estaciones capaces de ofrecer potencias superiores a los 350 kW, sí permiten la recarga completa de un vehículo en menos de 15 minutos. Este desarrollo de una red de carga rápida y accesible en zonas de alta demanda como autopistas y centros urbanos, será una tendencia en 2025 y acelerará la transición hacia una movilidad más sostenible.

 

  • Diversificación y electrificación de toda la cadena de transporte. La electrificación de flotas iniciará su consolidación durante el próximo año. Para las empresas, el cambio de vehículos de combustión interna por eléctricos tanto en las redes logísticas como en el transporte comercial supondrá la reducción de las emisiones de CO2, disminuirá el gasto de combustible e impulsará la adopción de tecnologías más sostenibles y eficientes, que les ayudarán a alinearse con las políticas sostenibles y mejorar de este modo su imagen reputacional.

 

  • Movilidad como Servicio (MaaS). 2025 será el año de la consolidación de las plataformas MaaS (Mobility-as-a-Service), que consisten en la integración de diferentes servicios de transporte público, privado y compartido en una única plataforma digital para promover el uso de un transporte particular más económico y flexible y contribuir también a la sostenibilidad y a la mejora de la calidad del aire de nuestras ciudades.

 

  • Ciudades inteligentes, silenciosas y sostenibles. Otra de las contribuciones que la movilidad eléctrica está aportando a los entornos urbanos es el silencio. Políticas urbanas como la creación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), el impulso de infraestructuras de carga ultrarrápida y el fomento de incentivos fiscales para la electrificación del transporte están favoreciendo que tanto ciudadanos como empresas adquieran vehículos eléctricos. Esta transformación da lugar a ciudades más silenciosas, reduciendo la contaminación acústica y mejorando la calidad de vida de los ciudadanos de los entornos metropolitanos y es otra de las tendencias del momento.

 

  • Mejora en la interoperabilidad de los sistemas de recarga. A medida que el sector crece, tanto los operadores de recarga como las plataformas de servicios de movilidad trabajan para mejorar la experiencia de usuario. En 2025 se prevé que mejore la interoperabilidad de las redes de recarga, lo que permitirá a los conductores de vehículos eléctricos gestionar todas sus necesidades de carga a través de sistemas unificados. Desde realizar el pago a través de una aplicación, hasta la posibilidad de reservar un punto de recarga en una ubicación y hora determinada (sea cual sea la marca, el operador o la situación del mismo). Este tipo de mejoras no solo optimizarán el tiempo del usuario, sino que además garantizarán la disponibilidad y el estado de las estaciones de recarga en tiempo real hasta llegar, por fin, a convertirla recarga en un acto tan sencillo y cómodo como repostar en una gasolinera.