Energía
La Asociación de Empresas Eléctricas debate sobre la inversión local como apuesta para la transición energética
En el marco de la Feria Genera, celebrada la pasada semana en Madrid, la Asociación de Empresas Eléctricas, Aseme, reunió a expertos de la distribución y la comercialización eléctrica para conversar sobre el panorama actual del sector, en torno a una mesa redonda que llevaba por títulos “La inversión local como apuesta para la transición energética”.
La temática se abordó desde el punto de vista de la distribución, a cargo de Albert Estapé, vicepresidente de Aseme y director de Anell; desde la perspectiva de la regulación con Fina Bernárdez, directora general de Ab Energía; también desde el punto de vista de la comercialización con la ponente María José García, directora de Estrategia, Comercialización y Nuevos Negocios Eléctricos en Angri-Energía; y, por último, Joaquín Mas, director general de Enercoop, que abordó la cuestión enfocándolo desde el ámbito de las comunidades energéticas.
Importancia de la gestión de los datos
Los ponentes han coincidido en la importancia de la gestión de los datos para poder alcanzar la democratización de la energía. Actualmente, el distribuidor es el responsable de la medida del contador y es el garante de que este servicio sea el idóneo. Para afrontar la transición energética es básico gestionar los datos y trasladarlos a los agentes para que den servicios al cliente final. En este sentido, Oriol, Xalabarder, presidente de Aseme y moderador del debate, explicó que “las empresas de Aseme han reflejado el trabajo realizado hasta la fecha y la voluntad de afrontar las inversiones necesarias para dar respuesta a las necesidades futuras”.
Otro de los temas tratados fue cómo afecta la transición energética en los activos de distribución y en las actividades locales de comercialización y comunidades energéticas. Las distribuidoras tienen la obligación de dotar la calidad de servicio en la red para el cliente final, básicamente mantener el voltaje en la red para que todo lo que esté conectado en casa y las industrias funcione. Por lo tanto, los ponentes destacaron que el reto es importante porque el cambio de uso de la red de distribución eléctrica al que nos lleva la transición, inyección de generación renovable y conexión de vehículo eléctrico, exige un replanteamiento de la red.

Mercados de flexibilidad
Las inversiones necesarias para alcanzar estos retos también fue otro de los temas tratados, confrontando la inversión en red a la gestión de la energía circulada en la red mediante los mercados de flexibilidad. En entorno local, estos mercados deben ayudar a optimizar el coste de la gestión de la red hecho que redundará en beneficio del cliente final.
Para poder tener mercados de flexibilidad es importante tener almacenamiento, pero también clientes activos, los prosumers que busca la directiva europea. En este sentido, Oriol Xalabarder apostó como aspecto básico por la generación de confianza en los clientes, y los ponentes expusieron diferentes ejemplos de prosumers a los que empresas eléctricas ya dan servicios. Entre las conclusiones, también se destacó que la velocidad con la que la crisis energética ha acelerado todos los procesos, los cambios en las redes van muy deprisa y el reto de las empresas es adaptarse y saber dar respuesta.
