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Luis García

¿Qué sabemos del apagón de este 28 de abril y qué conclusiones podemos extraer del episodio?

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¿Qué sabemos del apagón de este 28 de abril y qué conclusiones podemos extraer del episodio?

Un cero absoluto energético es una más entre todas aquellas experiencias que jamás habíamos vivido y nadie nos habría predicho que íbamos a vivir. El precipicio mental al que uno se asoma cuando pasa de creer que ha tenido un simple apagón en su casa o en la oficina, a saber que ese apagón lo tiene el país al completo es una sensación de vuelco inédita hasta ahora en nuestra cabeza. Ahora bien, qué sabemos sobre lo que ha ocurrido durante cerca de 24 horas en nuestro país y qué conclusiones podemos extraer de ello.

 

En primer lugar, sabemos que no sabemos mucho sobre lo que ha ocurrido. Al menos todavía. Sobre las causas que han provocado que la Península al completo se quedase sin suministro eléctrico sabemos que el sistema perdió -no que desaparecieran, porque no pueden desaparecer como tal- 15 GW de generación, que es aproximadamente el 60 % del total de la existente en ese momento. Sabemos que no hay indicios creíbles de que se trate de un ciberataque. Sabemos también que el sistema eléctrico basa su funcionamiento en un imprescindible pero muy necesario equilibrio entre la generación y la demanda existente en cada momento, la casación de ambas permite mantener ese equilibrio del sistema y que éste no se caiga por una descompensación entre una y otra. Y sabemos también que España sufre las consecuencias de ser casi una isla energética absoluta, porque nuestras interconexiones tienen un volumen muy menor con respecto a la dimensión completa de nuestro sistema y sólo llegan por dos vías (por el norte y por dos nudos diferentes con Francia y por el sur con Marruecos). Históricamente esto ha hecho que nuestro sistema y los gestores que lo regulan hayan tenido que agudizar el ingenio para mantener ese necesario equilibrio entre generación y demanda, porque cualquier desequilibro no es sencillo de cubrir con el aporte del exterior, si las citadas interconexiones funcionan  como un cuello de botella más que como un cauce regular.

 

«Sabemos que el sistema perdió -no que desaparecieran, porque no pueden desaparecer como tal- 15 GW de generación, que es aproximadamente el 60 % del total de la existente en ese momento»

La demanda de energía recuperando sus valores a última hora de este lunes 28 de abril

La demanda de energía recuperando sus valores a última hora de este lunes 28 de abril

 

Sabemos además que la caída del sistema se produce en segundos -se cita que los ya célebres 15 GW perdidos, lo estuvieron sólo 5 segundos, suficientes para dejar el sistema al completo a cero- pero también que restablecerlo puede costar horas, porque primero es necesario recuperar la tensión del propio sistema aportándosela a las diferentes formas de generación para que arranquen y se la proporcionen a la red y luego ir reactivando poco a poco y por fases el resto de elementos para minimizar riesgos. En esa fase son claves las subestaciones porque son las que finalmente permiten llevar la energía a los hogares.  

Lo primero que se hace tras la pérdida de generación es aislar completamente el sistema y desconectarlo del resto, es decir de Europa a través de Francia y de África a través de Marruecos, fundamentalmente para contener el incidente y que éste no contagie al resto de sistemas. Luego, una vez se recuperan las interconexiones, han sido éstas las que han ayudado de forma clave a la recuperación completa gracias a que han iniciado el restablecimiento del suministro de energía, que por eso mismo ha permitido que fueran los territorios más próximos a ellas los que recuperasen primero la electricidad. Sabemos pues que estamos en un sistema interdependiente y que esa conexión nos ayuda a recuperarnos, igual que vivir aislados suele ser sinónimo de afrontar con infinitas dificultades más problemas como éste.

 

El momento de las conclusiones

Ahora pues llega el momento de extraer las conclusiones del problema. La primera es que es necesario conocer toda la información sobre lo que ha ocurrido, lo más precisa posible, para poder actuar en consecuencia y que situaciones así no se repitan. Además hay que acelerar en la medida de lo posible las interconexiones eléctricas con los países vecinos porque el aislamiento en una materia tan estratégica como la energía es muy desfavorable y, además, las particularidades geográficas del país no facilitan esa conexión. También es trascendente acelerar el impulso de tecnologías como el almacenamiento de energía, que ayudan a minimizar las consecuencias. El despliegue de las baterías se revela hoy más importante todavía que ayer, que ya era una necesidad para un país con un mix energético cada vez más dependiente de las tecnologías de generación renovable, que son sin duda hacia las que tenemos que avanzar, pero son también las más volátiles por su propia dependencia de factores como los vinculados al clima.

 

«Es trascendente acelerar el impulso de tecnologías como el almacenamiento de energía, que ayudan a minimizar las consecuencias. El despliegue de las baterías se revela hoy más importante todavía que ayer»

 

Sobre la energía nuclear, el debate se relanzará ahora más que nunca, pero también debemos ser conscientes de que en una situación como la que se ha producido este lunes 28 de abril no se trata de la forma de generación más efectiva, puesto que es la primera que tiene que ser desconectada y la última que puede arrancar porque es menos flexible y necesita más tiempo para su puesta en marcha, no es tan inmediata como por ejemplo sí lo es la generación hidroeléctrica. Ahora bien, quizá sí puede ser útil como energía de respaldo y se volverán a abrir muchas dudas sobre la conveniencia o no de su total desmantelamiento.

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«Ningún día mejor que hoy para demostrar a la población en general lo absolutamente imprescindible que resulta, con todos sus componentes, por supuesto también el ámbito concreto del material eléctrico, los fabricantes del mismo, quienes lo distribuyen a lo largo de la geografía y desde luego también quienes lo instalan»

 

Y una última conclusión no puede ser otra que la absoluta relevancia del sector eléctrico. Ningún día mejor que hoy para hace lobby, también para demostrar a la población en general lo absolutamente imprescindible que resulta, con todos sus componentes, por supuesto también el ámbito concreto del material eléctrico, los fabricantes del mismo, quienes lo distribuyen a lo largo de la geografía y desde luego también quienes lo instalan para hacer que funcione todo ese sistema cuya caída sólo unas horas sirve para poner al borde del jaque mate a toda una sociedad.

 

¿Qué sabemos del apagón de este 28 de abril y qué conclusiones podemos extraer del episodio?