Distribución
Sonepar presenta una estrategia “al servicio de la ética empresarial”

Con la apuesta por el “firme compromiso con la ética empresarial como estrategia”, Luis Arconada, CEO de Sonepar Ibérica, encabezó la semana pasada en su sede de Leganés una presentación a la prensa de la multinacional distribuidora, en la que ofreció detalles sobre sus cifras más recientes y también sobre el refuerzo de su apuesta por la digitalización, todo ello en el contexto de preservar esa “filosofía ética”, como valor supremo de la compañía.
Sonepar Ibérica está integrada por 8 empresas, 132 delegaciones, 1.600 empleados, 240.000 artículos y 500 millones de euros en su cifra de ventas en sus previsiones para este año (impuestos incluidos). Basada en un concepto de “empresa familiar, pero global”, Luis Arconada describió las particularidades de una filosofía de empresa que les lleva, por ejemplo, “a que cuando en Sonepar integramos una empresa, mantenemos su nombre y su filosofía, aunque en lo básico y esencial tengamos una única identidad”. Los propietarios son dos familias que llevan juntas 150 años y 4.000 empleados y la facturación global alcanzó los 20.600 millones de euros en 2016, con presencia en 44 países, un total de 43.000 empleados en todo el mundo y una cuota de mercado que en Europa alcanza el 17%.
Pero son la ética y la innovación los dos términos que más se emplearon en la presentación, “nuestro objetivo es promover la ética en la empresa, pero también fuera de ella”, aseguró Arconada, y puso el énfasis en la voluntad de ser “una empresa discreta, pero solidaria”. El pasado año recibió varios premios a sus prácticas en Recursos Humanos. Sonepar, en la que se integran Guerin, Hispanofil, Dielectro Balear, Dielectro Canarias, Dimel, Dielectro Industrial y AME, lleva según sus máximos responsables, “cuatro años de crecimiento sostenido en ventas, empleo y rentabilidad, sin endeudamiento bancario y con un notable ratio de solvencia”, así lo subrayó José Arroyo, su director financiero.
A continuación, Elena Jiménez, compliance officer y directora del Departamento Jurídico de la empresa, reafirmó ese “refuerzo de valores, con herramientas como el control interno y la habilitación de canales propios, tanto de sugerencias, como de denuncias de cualquier comportamiento irregular”. De cara al exterior, Sonepar ha descartado determinados perfiles de clientes, en salvaguarda de esa ética de la que la empresa hace gala.
Por su parte, Antón Chust, director de desarrollo de negocio de la compañía, se ocupó del “desafío que supone la digitalización, que implica un nuevo modelo de negocio y de empresa, con características como que el móvil se convierte en una nueva herramienta laboral, toda la transformación que viene de la mano del Internet de las Cosas, y también del Big Data, la inteligencia artificial y el mantenimiento predictivo”. Para el instalador esos cambios suponen transformaciones en la tecnología de la instalación, en la comunicación y la calidad de los datos, en el comercio electrónico y en la logística conectada. Estos últimos tres factores vienen ligados y la eficiencia provendrá del buen manejo de todos ellos a la vez, según afirmó Chust, que colocó el término PIM (Product Information Management) como decisivo en la vertebración de la buena conexión entre los tres.
La parte final del encuentro se desarrolló en un coloquio abierto con los medios de comunicación presentes, que sirvió para que Luis Arconada subrayase algunos de los aspectos clave que serán objetivo de Sonepar, como “aumentar la comunicación hacia la estrategia ética de la empresa”. También criticó el funcionamiento de la Ley contra la Morosidad, “no es una ley contra la morosidad, sino contra la financiación, es lenta y no hay un proceso ejecutivo”. Respecto a la instalación, afirmó que “confluimos con ellos en la forma de ver las cosas porque los vemos con ganas de crecer en lo digital”.