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Un informe sobre la Descarbonización de edificios señala que podrían descarbonizarse hasta 4 millones de viviendas al año

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Según el último informe sobre “Descarbonización de edificios” de Oikos, una entidad autónoma que promueve la protección del medio ambiente, se podrían descarbonizar 4 millones de viviendas españolas y conseguir un ahorro de 3,9 millones de toneladas de CO2 anuales, con una serie de medidas que abarcan actuaciones de aislamiento y el impulso de la aerotermia.

 

El informe señala que las actuaciones de eficiencia energética deben priorizarse para las viviendas intensivas en consumo energético, ya que en estos casos pueden ser rentables y autofinanciarse con los ahorros producidos, pero en general su estrategia se basa en un cambio de paradigma al pasar de “eficiencia primero” a “descarbonización primero” mediante el impulso de la aerotermia o las redes de calor.

El think tank concluye en este estudio que las políticas de descarbonización deben enfocarse de modo prioritario en los usuarios intensivos—las viviendas que consumen más energía—al ser más barato, rentable y evitar más toneladas de CO2 por cada euro de subvención pública frente a la estrategia actual. En su estudio concluyen que los ahorros que las viviendas intensivas en energía tendrían, compensarían la inversión en eficiencia, facilitando su financiación y reduciendo el gasto público en subvenciones.

Al partir de un mayor consumo, los ahorros generados por la inversión en descarbonizar los usuarios intensivos son mayores, recuperándose antes la inversión, lo que permite que las inversiones en aislamiento y electrificación de este tipo de viviendas sean autofinanciables. La electrificación se realiza principalmente a través de sustituir calderas de gas o gasóleo por bombas de calor, si bien es técnicamente más fácil en viviendas unifamiliares que en edificios plurifamiliares, que pueden no contar con el espacio necesario.

 

Un parque de viviendas altamente emisor y anticuado

Más del 55 % de las viviendas españolas se construyeron antes de 1980, previamente a la entrada en vigor de normativas de eficiencia energética. Como resultado, una gran parte del parque tiene calificaciones energéticas bajas (E, F o G), con solo el 1 % alcanzando una calificación A.

Las viviendas unifamiliares predominan en áreas rurales y representan el 33 % de las viviendas españolas frente al 67 % de las plurifamiliares. Al tener mayores superficies expuestas que las viviendas plurifamiliares son menos eficientes energéticamente, y además tienden a depender en mayor proporción de combustibles fósiles altamente contaminantes como el gasóleo. Por eso cuando son usadas como viviendas principales, tienden a consumir más energía, de acuerdo con los modelos teóricos empleados en el informe.

 

Reequilibrio de precios entre gas y electricidad

La diferente fiscalidad sobre el gas y la electricidad produce un desincentivo a la electrificación. Actualmente, el precio del gas es 3-4 veces más barato que la electricidad en términos de energía útil. Reequilibrar con ajustes fiscales esta diferencia, como se está haciendo en otros países de nuestro entorno, permitiría incentivar una transición más rápida hacia soluciones electrificadas en España.

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