Energías renovables
Las tecnologías limpias impulsan el empleo en el sector energético, pero la escasez de talento preocupa cada vez más
Aunque el número de puestos de trabajo en el sector energético mundial aumenta a medida que la creciente inversión en tecnologías de energía limpia impulsa la demanda de nuevos trabajadores, el incremento de estos últimos no sigue el ritmo de la demanda que requiere el mercado. Esta es una de las conclusiones que se desprende de un reciente informe de la Agencia Internacional de la Energía, que examina el empleo energético en todo el mundo por región y tecnología y analiza la evolución de las necesidades laborales de la industria.
El empleo energético mundial está ya por encima de los 67 millones de personas en todo el mundo, 3,5 millones más que los niveles previos a la pandemia. Más de la mitad del crecimiento del empleo se produce en solo cinco sectores: energía solar fotovoltaica, energía eólica, vehículos eléctricos (EV) y baterías, bombas de calor y minería de minerales críticos. De los cinco sectores, la energía solar fotovoltaica es, con diferencia, el mayor empleador, ya que representa 4 millones de puestos de trabajo, mientras que los vehículos eléctricos y las baterías fueron los de más rápido crecimiento, con más de 1 millón de nuevos puestos de trabajo desde 2019.
Los empleos en las industrias de combustibles fósiles también han experimentado un aumento interanual, pero el repunte ha sido más moderado, y aún estas industrias aún se sitúan por debajo de los niveles prepandémicos, pese a que las empresas de petróleo y gas experimentarán ingresos récord en 2022. Las energías limpias representan ya más de la mitad del total de empleos en el sector energético, claramente por encima de los de los combustibles fósiles desde hace 3 años.

Los escasez de nuevos profesionales, mayor entre los instaladores
Ese aumento de empleos en energías limpias tiene lugar en todo el mundo, aunque especialmente en China. Y también repercute en la generación de empleo en la industria en torno a la extracción de minerales críticos, con 180.000 nuevos puestos de trabajo en los últimos tres años, como ámbitos esenciales en la nueva economía energética.
Sin embargo, la escasez de mano de obra cualificada es una barrera clave para aumentar la actividad, según una encuesta de la propia AIE entre 160 empresas energéticas en todo el mundo. El número de trabajadores que se forman para obtener títulos o certificaciones relevantes para empleos en el sector energético no sigue el ritmo de la creciente demanda. Esto ocurre especialmente en los instaladores eléctricos especializados y también en los profesionales de la ciencia, la tecnología y la ingeniería.
La Agencia recomienda a gobiernos, industrias e instituciones educativas implementar programas para ofrecer la experiencia necesaria en el sector energético para seguir el ritmo de la demanda creciente, “especialmente para construir los proyectos de energía limpia necesarios para cumplir los objetivos energéticos y climáticos», concluyen. Alrededor del 36 % de los trabajadores del sector energético desempeñan ocupaciones altamente cualificadas, en comparación con aproximadamente el 27 % de la economía en general.
Se espera que la demanda continúe creciendo, no en vano, el escenario de emisiones de cero emisiones para 2050, implicaría la creación de 30 millones de nuevos empleos en energías limpias para 2030, mientras 13 millones de empleos en industrias relacionadas con combustibles fósiles están en riesgo. La formación debe centrarse en la capacitación laboral y el desarrollo de capacidades para garantizar que las transiciones energéticas beneficien a la mayor cantidad de personas posible.