Energías renovables

La transición energética marcará la agenda futura del sector de la construcción

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El 85 % de los edificios existentes en Europa son anteriores a 2001 y tienen, en su mayoría, una eficiencia energética deficiente. La edificación es responsable del 40 % del consumo total de energía de la Unión Europea y del 36 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ello es más que previsible que la transición a las energías limpias vaya a marcar en el futuro la agenda del sector construcción, especialmente en la Unión Europea, que se ha marcado como objetivo la neutralidad climática en el sector para 2050 y las cero emisiones en todos los edificios nuevos para 2028.

 

Para poder alcanzar estos ambiciosos objetivos son necesarias elevadas inversiones en tiempos de escasa demanda y encontrar ese capital es todo un reto, cuando las empresas ya tienen que lidiar con el aumento de los costes de la mano de obra, la energía y las materias primas. El impacto de un posible impuesto sobre el carbono en los productores de materias primas para la construcción, como el cemento y el acero y los posibles cuellos de botella en la cadena de suministro son dos problemas que afronta el sector.

En todo caso, el sector de la construcción desempeñará casi con toda seguridad un papel vital en la forma de afrontar el cambio climático y establecer un futuro más sostenible en Europa. Un informe de Crédito y Caución recalca que esta transición energética generará importantes oportunidades para este sector en los próximos tres años. Por un lado, es previsible que se produzca un fortalecimiento de sus cadenas de suministro. En un intento de aumentar la resistencia de la cadena local, muchos países de la Unión Europea están potenciando el nearshoring con actores que cumplen con los criterios ESG. Además, el reciente plan REPowerEU para reducir la dependencia energética de la Unión Europea de combustibles fósiles incluye la instalación de energía solar fotovoltaica en edificios, lo que representará una importante oportunidad para el sector.

 

Baja la demanda de los bienes de consumo

Según el informe, aunque las presiones inflacionistas están disminuyendo, el endurecimiento de la política monetaria sigue lastrando los ingresos reales de los hogares y la confianza de los consumidores, lo que está provocando una reducción de la demanda de bienes de consumo duradero en la mayor parte del mundo. Los bienes adquiridos a crédito también están disminuyendo debido al impacto de los tipos de interés.

En la Zona Euro, los elevados costes de la vivienda, los alimentos y el combustible obligan a muchos consumidores a suspender las compras no esenciales. Los grandes inventarios post-Covid han lastrado los costes de explotación de los minoristas, porque los precios de la energía siguen siendo altos y el crédito es más caro, y han disparado las necesidades de capital circulante del sector. Crédito y Caución prevé que el riesgo crediticio de los minoristas de bienes de consumo duradero se deteriore en los próximos meses. Los comercios más pequeños serán especialmente vulnerables a los impagos y la insolvencia.

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