Energías renovables
Europa vota esta semana elevar el objetivo de renovables para 2030

La Unión Europea debate esta semana dar un impulso más al desarrollo de las energías renovables y llevar hasta el 45 % el objetivo de energías limpias para el año 2030. Esta revisión supone una de las iniciativas previstas que deben ayudar a rebajar los precios de la energía eléctrica y paliar las dificultades que crea la crisis energética. Tendrá lugar el próximo miércoles y lo previsible es que la medida salga adelante, para que de todo el consumo final de energía en Europa un 45 % proceda de fuentes renovables.
Aprobarlo implicaría que la cuota actual debe doblarse porque en el ejercicio de 2020 apenas superó el 22 %, un punto menos en el caso de nuestro país. Hasta ahora, el porcentaje establecido de energías renovables para finales de la década se limita al 32 %, pero incrementarlo 13 puntos implica un complejo sistema de aprobaciones, porque después de que lo debata el propio Parlamento Europeo, deberá acordarlo también con el órgano rector, la Comisión Europea, y con aquel que reúne a los gobernantes de los 27 países miembros, el Consejo Europeo.
Si bien la primera se muestra partidaria de esa misma cuota, el segundo se sitúa algunos puntos porcentuales por debajo, en el 40 % de cuota de renovables, por el momento. En la directiva se plantean también objetivos para lograr impulsar la implantación de renovables en los ámbitos de la edificación, el transporte y la industria. Y otro de los objetivos es que se puedan agilizar las tramitaciones de las energías eólica y fotovoltaica, uno de los problemas tradicionales que el sector reclama en nuestro país.
Actualizaciones de los planes de energía y clima de cada país antes de junio de 2023
El fin último de la norma es que cada uno de los países miembros incremente sus respectivos objetivos de renovables en su entorno, aunque lo deberán hacer ellos porque la norma no lo contempla. De hecho, cada país debe actualizar sus Plan de Energía y Clima antes de final de junio de 2023, mientras que la directiva debe ser una realidad bastante antes, muy probablemente en el primer trimestre del año.
En España la norma obliga ahora mismo a un recorte de las emisiones de efecto invernadero en 2023 respecto a 1990 de un 23 %. Asimismo, el 42% de la energía final consumida deberá ser de origen renovable, y este porcentaje sube al 74 % en el caso del sector eléctrico. Todos ellos forman parte del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que España deberá revistar al alza antes del 30 de junio, de hecho el propio Ministerio para la Transición Ecológica ya asegura que estos objetivos de renovables se incrementarán. En este sentido, el PNIEC preveía un aumento de 30 GW de fotovoltaica y de 22 GW de eólica hasta 2030, pero ya hay proyectos con permiso por una cifra del orden de 150 GW.
No obstante, otros expertos avanzan de la dificultad para llevarlo a cabo y afirman que realmente se instala menos potencia renovable de la que se aprueba. Y señalan también otro factor añadido, la dificultad de integrar la nueva potencia en el sistema y la necesidad de incrementar el almacenamiento, otro reto pendiente.