Energías renovables
El futuro de las energías renovables, ¿hacia dónde se dirige la industria?

El futuro de las energías renovables pasa por integrarse en una alternativa viable a las energías no renovables. Este tipo de fuente de energía se ha desarrollado durante décadas y ya está dando sus frutos. Hace unos años generaban el 39 % de todo el consumo eléctrico de España, y la tendencia va en aumento. No hay duda de que estas fuentes de energía tienen un largo camino por recorrer. ¿Sabes cuál es el pronóstico?
Explorando constantemente los cambios en las energías renovables
Las tendencias actuales de las energías renovables muestran un crecimiento continuo desde principios de siglo, lo cual es muy alentador. Como sabes, la importancia de apostar por ellos no es solo un capricho, sino una cuestión de asegurar la supervivencia humana y la continua habitabilidad de la superficie terrestre.
Por tanto, no es de extrañar buscar cada vez más inversiones en estas tecnologías y desarrollar otras tecnologías que puedan complementarlas. Una de las tendencias actuales en estas fuentes de energía es la necesidad de mitigar los costos de producción, lo que las hará más competitivas.
Para ello, es necesario seguir invirtiendo en el desarrollo de diversas tecnologías. Un buen ejemplo es la generación de energía fotovoltaica, ya que su eficiencia en la generación de energía es uno de sus principales inconvenientes.
“Una de las tendencias actuales en estas fuentes de energía es la necesidad de mitigar los costos de producción, lo que las hará más competitivas”
Invertir en el desarrollo de diversas tecnologías.
Además, la gestión eficiente de las plantas de producción también contribuirá a bajar los precios. Al mismo tiempo, otra tendencia es asegurar que la energía generada se almacena. Esto es importante dado el aumento de vehículos eléctricos en circulación, lo que requerirá una infraestructura similar a una estación de servicio para permitir la carga rápida de baterías.
Para conseguirlo, es necesario levantar la propia rejilla para evitar posibles caídas, que pueden producirse por el aumento de la temperatura ambiente. Para ello se beneficiará de la integración de ciudades inteligentes, que suponen una fuerte apuesta ecológica y sostenible.
Las edificaciones sostenibles, el aumento de la eficiencia y la instalación de energías limpias serán la norma hasta 2050. De hecho, de cara al mismo año, se estima que el 70% de la población vive en ciudades, lo que aumentará significativamente la demanda de espacio y energía en las ciudades. Recuerde, este es un desafío que requiere una inversión significativa en tecnología, infraestructura y desarrollo organizacional, y cada vez más gobiernos están trabajando en ello.
La integración gradual de la red también está en marcha, ya que volcar su generación de cualquier manera podría causar problemas. Afortunadamente, las fuentes de energía renovable intermitentes, como la solar y la eólica, ya están ayudando a equilibrar la red. Como resultado, no hay subidas o bajadas caóticas en los precios, y se mantienen estables incluso cuando la demanda es mayor.
Como puedes ver, estas fuentes de energía poco a poco se están integrando a alternativas viables, todo gracias a la inversión pública y privada. Pero, ¿sabe lo que está pasando en España hoy y lo que puede esperar en las próximas décadas?
“La integración gradual de la red también está en marcha, ya que volcar su generación de cualquier manera podría causar problemas”
El futuro de las energías renovables en España
Durante la última década, diferentes instituciones públicas y privadas han comenzado a apostar por el sector de las energías renovables. El creciente impacto y la concienciación sobre el cambio climático exigen un cambio en la forma en que se produce la energía. Así, desde bancos hasta numerosas empresas, empezaron a invertir en el desarrollo, mejora e implantación de numerosas fuentes de energía renovable.
Puede que hayas visto cómo proliferan los paneles solares en tu ciudad en los últimos años, y has visto muchos aerogeneradores. España es uno de los países que más ha apostado por transitar hacia un paradigma más sostenible, lo que ha supuesto la descarbonización paulatina de diferentes industrias del país.
Pero este compromiso va más allá, ya que el objetivo es alcanzar el 43% de la producción total de energía renovable para 2030. Este es un objetivo ambicioso, y en el plazo de una década se deben movilizar los recursos suficientes para alcanzarlo, y articular la respuesta de sociedad y empresa para lograr su colaboración.
Este objetivo también está en línea con los supuestos del Acuerdo de París de 2016, que establece medidas para reducir los gases de efecto invernadero. Por ejemplo, los países pertenecientes a la Unión Europea deben reducir sus emisiones en un 20% y lograr el mismo porcentaje en la producción de energía renovable. Como puede ver, el objetivo de España es lograr este objetivo más del doble.
“España es uno de los países que más ha apostado por transitar hacia un paradigma más sostenible”
España se compromete a eliminar el uso del carbón para 2050
Asimismo, es previsible que las energías renovables en España continúen desarrollándose en una dirección positiva. Además del acuerdo antes mencionado, el país se comprometió a eliminar el uso del carbón para 2050.
El carbón no es recomendable para consumos energéticos elevados. Los hogares con un consumo de energía superior a 70 kW necesitan comprar unos 1900 kg de carbón al año, dependiendo del clima en el que se encuentre la caldera comunitaria, y por tanto requieren una inversión importante y una gran capacidad de almacenamiento.
Por si no lo sabías, esta fue una de las fuentes de energía más importantes en el siglo XIX y aún hoy se utiliza en las centrales térmicas. Este combustible fósil se quema para generar electricidad, lo que se vuelve particularmente contaminante. Esto presenta desafíos a los que ya se enfrentan las principales empresas de generación de energía.
En conclusión, en cuanto al desarrollo de las energías renovables, la tendencia parece ser favorable. Estos garantizan la sostenibilidad de la sociedad humana y el compromiso de cuidar todo el planeta. Son remedios muy efectivos para frenar o reducir los impactos del cambio climático, por lo que es necesario promoverlos e invertir en ellos.
Como puede ver, el futuro parece más verde. La firma de tratados internacionales llevó a gobiernos de todo el mundo a apostar por estas soluciones, involucrándose la empresa privada y la propia sociedad.