Energía
Una encuesta de Aelec concluye que los recortes propuestos por la CNMC destruirán empleo e inversión
La Asociación de Empresas de Energía Eléctrica ha llevado a cabo una encuesta entre las empresas suministradoras de bienes y servicios energéticos para conocer su percepción sobre el estado de las cadenas de valor y su relación con las propuestas metodológicas planteadas por la CNMC en relación con el nuevo modelo retributivo de las redes eléctricas y la tasa de retribución financiera (TRF) para el próximo periodo regulatorio (2026–2031).
El estudio concluye que existe gran preocupación en este sector “por la falta de estabilidad regulatoria del sector eléctrico español” y también que esta propuesta regulatoria “no aporta visibilidad al plan de negocio de las empresas suministradoras para los próximos años”. Además, también se prevé que “los costes de las cadenas de suministro evolucionarán por encima de la inflación y esperan un efecto prolongado del impacto de las restricciones en el sector.
La encuesta se ha realizado con las respuestas de 38 proveedores de bienes y servicios, de los que el 79 % opera principal o únicamente en el ámbito del sector energético. El 40 % desarrolla su actividad a nivel internacional, mientras un 57 % lo hace a nivel nacional y el 3 % restante a escala regional. Aelec señala que “las respuestas arrojan un consenso en torno a la necesidad de que la futura regulación dote de previsibilidad al sector para evitar que la incertidumbre se traduzca en un incremento de costes en las cadenas de valor aún mayor al previsto”.

Nuevos requisitos normativos y modernización de la red eléctrica
En cuanto a la valoración e impacto de la propuesta de marco retributivo, se considera que “la propuesta regulatoria de la CNMC para el período 2026-2031 no aporta visibilidad al plan de negocio de las empresas suministradoras para los próximos años”. Además, también “se constata un consenso general en que los mayores costes derivados del cumplimiento de los nuevos requisitos normativos y de la modernización de la red eléctrica deben reflejarse de forma adecuada en el marco retributivo aplicable”. Determinadas tipologías de inversión, como los equipos libres de SF6, las inversiones en ciberseguridad y otros avances tecnológicos continúan sin estar explícitamente reconocidos en el marco regulatorio. Considerando que estas tipologías de inversión generarán un aumento de costes en los próximos años, los encuestados consideran que deberían reconocerse en el marco regulatorio.
Entre los proveedores consultados, el 90 % coincide en que el recorte del OPEX propuesto por la CNMC afectará negativamente a la cadena de proveedores. En términos más concretos, las empresas suministradoras afirman que este recorte afecta directamente a sus decisiones empresariales. Entre los impactos manifestados resultan destacables:
- la pérdida de empleo local: 82 %
- la cancelación de inversiones previstas: 74 %
- una merma significativa de su competitividad ante la creciente presión internacional: 61 %
- la deslocalización de actividades: 45 %
- incluso el cierre de la actividad: 11 %
Los proveedores coinciden en que el marco regulatorio de distribución debe incluir mecanismos de pago anticipado para reservar turnos de producción, tal y como se realiza en otros países Se trata de una medida que, según Aelec, “evidencia la situación de fuerte competencia para el desarrollo de redes, no solo desde el punto de vista retributivo, sino también, desde el área de la cadena de suministro”. Asimismo, “la gran mayoría de proveedores espera un aumento significativo de los plazos de entrega, por lo que todos coinciden en que el marco retributivo de las redes eléctricas debe reconocer y remunerar el Inmovilizado en Curso a los distribuidores”.
Dificultad para contratar talento cualificado
En lo que se refiere al estado y evolución prevista de las cadenas de suministro, estas se enfrentan a restricciones por la elevada competencia internacional. Así lo cree el 80 % de los consultados, mientras el 97 % percibe dificultad para contratar talento cualificado para sus actividades. Más del 90 % cree que el impacto de las restricciones y las presiones de coste en las cadenas de suministro tendrá una duración de al menos entre 3 y 5 años. El 45 % cree que los costes evolucionarán significativamente por encima de la inflación, y el 32% que lo harán moderadamente por encima.
En sus conclusiones, la asociación insiste en “los riesgos que implican los recortes sobre reducción de empleos, cancelación de inversiones o deslocalización, en una industria eminentemente nacional y que genera puestos de trabajo de alta cualificación y elevado valor añadido”, y añaden que “esta circunstancia se ha de considerar en el modelo retributivo”. También subrayan la “creciente presión en las cadenas de valor por la fuerte competencia internacional” a la que se enfrentan las compañías suministradoras de bienes y servicios energéticos y lo que ello supone en relación con “una mayor presión en costes y el deterioro de márgenes”, junto también con “las dificultades para mantener la calidad y los plazos de suministro podría impactar en la capacidad de desplegar nuevas infraestructuras críticas”. Y finalmente señalan como conclusión final que existe “una falta de alineamiento entre los incentivos regulatorios, el contexto económico actual y la necesidad de desplegar infraestructura eléctrica para avanzar en los objetivos de descarbonización. Por todo ello, se considera necesaria una revisión del modelo retributivo que aporte certidumbre y garantice la sostenibilidad”.