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Fenie alerta al Gobierno sobre la necesidad de regular las comunidades energéticas para evitar frenos al autoconsumo
La Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones de España acaba de solicitar al Gobierno “que se le dé prioridad a la regulación de las comunidades energéticas para evitar la proliferación de grandes corporaciones con la protección de administraciones públicas que desvirtúen la participación de los ciudadanos en favor de los intereses económicos de los promotores”.
Desde Fenie reflexionan sobre el trabajo que han realizado en los últimos años en lo relativo a la regulación del autoconsumo, “entendiendo que posicionaba a los usuarios en el centro de la generación renovable”, subrayan, y añaden también que “la publicación del real decreto de autoconsumo supuso un antes y un después en el sector energético dado que, a través de esta modalidad de suministro, se ha conseguido hacer partícipe al usuario, ya sea a nivel doméstico como industrial, en el modelo de generación renovable”. Mediante ese desarrollo de las instalaciones de autoconsumo se ha conseguido, además, “minimizar las pérdidas de energía eléctrica en las redes acercando los puntos de generación y consumo y promoviendo, al mismo tiempo, una actividad empresarial local y cualificada derivada del elevado número de instalaciones que es necesario ejecutar para su desarrollo”, afirma la Federación en su nota de prensa.
Las comunidades energéticas pueden reducir la participación ciudadana en la generación renovable
Fenie ha trasladado a diferentes ámbitos regulatorios que, según cómo se desarrolle la figura de la comunidad energética, puede suponer un freno al desarrollo de instalaciones de autoconsumo en las viviendas o industrias de los interesados y, con ello, reducir la participación de la ciudadanía en la gestión de sus propias plantas y minimizar las bondades energéticas que conlleva el desarrollo del autoconsumo.
Con respecto a esa futura regulación de las comunidades energéticas creen que “debe de contemplar estos aspectos, de tal forma que se le dé continuidad al modelo actual y, con esto, evitar que el autoconsumo se ofrezca a los ciudadanos a través de la factura, sin que éstos tengan vinculación alguna con las instalaciones, condición por la que se les hace participe del modelo de generación renovable”. Y por ello y para concluir sostienen “la importancia de mantener la distancia actual entre generación y consumo y que las comunidades energéticas no dispongan de beneficios regulatorios a los cuales no pueda acceder un usuario individual que esté interesado en generar y consumir su energía en sus propias instalaciones”.
