Energía
Un repaso a los candidatos a suceder a Teresa Ribera al frente del Miteco
Muy probablemente estamos en la semana decisiva para conocer el relevo al frente del Ministerio de Transición Ecológica y para el Reto Demográfico, porque se prevé que en los próximos días, tal vez este miércoles, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, anuncié definitivamente el reparto de carteras en el ejecutivo europeo, de cuya relación la actual ministra Teresa Ribera formará parte, con grandes posibilidades de hacerlo al frente de la cartera de Competencia, según las últimas informaciones.
A raíz de ese nombramiento, Ribera deberá abandonar su actual cometido y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se verá forzado a anunciar el nombre de quien releve a la que ha sido la máxima responsable de energía y una de las vicepresidentas del Gobierno, desde el primer ejecutivo del propio Sánchez, allá por el año 2018. En los últimos meses y desde que encabezara la candidatura del Partido Socialista Obrero Español a las Elecciones Europeas, que tuvieron lugar el pasado mes de mayo, se ha especulado con los posibles candidatos a relevarla, aunque la decisión se ha postergado, toda vez que la propia vicepresidenta ya anunció que no recogería el acta de eurodiputada y que se reservaba para formar parte del ejecutivo europeo, sin abandonar su cargo en el gobierno hasta que este nombramiento no fuera efectivo.
Candidatos que han sido mencionados en los últimos meses
En un primer momento y como sucesión más natural se abrió la posibilidad de que la elección y el relevo de Ribera recayera en uno de sus dos secretarios de Estado, especialmente en el caso de Sara Aagesen, que tiene como responsabilidad un ámbito de mayor peso en el ministerio, como es la Energía, por encima de Hugo Morán, responsable en materia de Medio Ambiente. En favor de Aagesen contribuía su amplio conocimiento de la materia y, en particular, que es la artífice de la parte más relevante del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que marca las directrices de nuestro país en materia energética para los próximos años.
El economista Manuel de la Rocha fue otro de los nombres inicialmente sugeridos, un aspirante a la cartera de Economía, que se quedó sin acceder a ese puesto tras la marcha también a Europa de Nadia Calviño. De la Rocha tuvo que ver en el diseño del mecanismo ibérico para poner un tope al precio de la electricidad y sus opciones también pasan por el hecho de que la cuestión financiera es vital en el ámbito de la transformación energética.
Más recientemente se han barajado otros nombres también para estar al frente de Transición Ecológica, como es el caso de Inés Rey, alcaldesa de A Coruña, más vinculada a Medio Ambiente que a Energía, o la propia ex ministra de Industria, Reyes Maroto. También Nicolás González, eurodiputado del PSOE actualmente y ponente de la reforma del mercado eléctrico ha sido mencionado, igual que la actual presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, o Natalia Fabra, actualmente consejera independiente de Enagás y catedrática de Economía en la Universidad Carlos III.
Por último y dentro del organigrama del ministerio, aunque con menor rango que los secretarios de Estado, han sonado en alguna quiniela también Elisa Rivera, directora general de Planificación, Coordinación y Transferencia de Conocimiento, o Manuel García, director general de Política Energética y Minas.
Perfil político o perfil técnico
En todo caso, la decisión también dependerá de si Sánchez opta más por un perfil político, como hizo en la composición inicial de su Gobierno para esta legislatura y como también ha ocurrido en el caso del último relevo, con el nombramiento de Óscar López para sustituir a José Luis Escrivá, o si bien se decanta por un perfil más técnico, en el que prime el conocimiento de la materia concreta y la experiencia en torno a ella. También será un factor relevante mantener la cuota de presencia de mujeres en el Gobierno, para lo que el relevo tendría que ser femenino forzosamente. Y, por último y como siempre ocurre en estos casos, influirá también la voluntad y la intención del propio presidente y, si entre esta última figura el deseo de no resultar previsible, lo más probable será que el nombre no esté entre ninguno de los anteriores.
