Asociaciones
Los instaladores andaluces y la Consejería de Educación se alían para impulsar la FP Dual para casi 47.000 estudiantes
La Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía y la Federación de Asociaciones de Instaladores de Andalucía, Fadia, han firmado un protocolo para fomentar e impulsar la Formación Profesional, que a partir de este curso pasa a impartirse en Dual para cumplir con la normativa estatal que regula estas enseñanzas. La consejera María del Carmen Castillo y la presidenta de Epyme, Asociación Provincial de Empresas Instaladoras de Sevilla, María Teresa Cubero, en este caso como representante de Fadia, fueron las encargadas de firmar el documento, que plasma la colaboración directa entre la Junta y los instaladores andaluces, con ciclos que incluyen hasta cinco familias profesionales distintas.
María del Carmen Castillo ha señalado que con esta iniciativa se puede beneficiar el alumnado que curse las familias profesionales de Administración y Gestión; Comercio y Marketing, Electricidad y Electrónica; Energía y Agua e Instalación y Mantenimiento. Este curso la Consejería ha ofertado más de 46.800 plazas en centros públicos de estos ciclos formativos relacionados con el sector productivo que representa Fadia y que agrupa a los instaladores andaluces. A partir de este año se dualiza en el primer curso toda la FP Grado Básico, Medio y Superior, así como también los cursos de especialización que incluyan una fase de formación práctica en las empresas.

«Hay que vincular la FP al sector productivo”
La consejera ha explicado igualmente que el acuerdo pretende además dar a conocer entre las empresas la Formación Profesional y su importancia como motor de desarrollo económico. En su opinión, “esta modalidad no sólo beneficia al alumnado, sino que también fortalece la competitividad de nuestras empresas locales y, por lo tanto, hay que vincular la FP al sector productivo”. El objetivo consiste en ofrecer a los estudiantes de estas enseñanzas la mejor formación tanto en las aulas como en la fase de formación en empresa u organismo equiparado. “Seguimos necesitando más presencia empresarial, porque sin empresas no tiene sentido la FP, y sin titulados el mercado de trabajo no dispondrá de la mano de obra cualificada que necesita”, aseguró Castillo, para quien es “imprescindible fortalecer los vínculos entre la administración educativa, centros educativos y el tejido empresarial”. Y destacó también lo esencial de que todas las empresas, no sólo grandes corporaciones, sino especialmente las pymes y micropymes, se sumen en la nueva FP, “porque todas son importantes y necesarias”.
En su alocución, la consejera quiso también enviar un mensaje de tranquilidad a los empresarios, en relación con que el coste que implica que todo el alumnado esté dado de alta en la Seguridad Social será asumido por la propia Consejería y no repercutirá en las empresas andaluzas. Tanto al alumnado como a los propios centros concertados se les exime de cualquier carga burocrática que suponga la cotización de las prácticas no remuneradas.
«Un sector dinámico, con pleno empleo y con mucho futuro»
Por su parte María Teresa Cubero, vicepresidenta de Fadia, indicó que el presente convenio es una muestra de “cómo la colaboración público-privada puede brindar oportunidades tanto a las pymes del sector como a los estudiantes de toda Andalucía”, y añadió que, con la firma, “ofrecemos a los estudiantes de la FP Dual la oportunidad de ingresar en un sector dinámico, con pleno empleo y con mucho futuro. Al mismo tiempo, las empresas instaladoras podrán hacer frente a uno de sus grandes desafíos: la falta de mano de obra cualificada en las instalaciones”.
El convenio recoge distintas líneas de actuación tales como fomentar el número de plazas formativas para el desarrollo de la fase de formación en empresas u organismos equiparados; difundir y dar a conocer el papel y las formas de participación de la empresas en la FP Andaluza o impulsar las relaciones entre centros docentes y empresas con el fin de conocer las necesidades de perfiles formativos que precisan los sectores productivos como el de los instaladores andaluces para formar a futuros profesionales que respondan a las necesidades del mercado laboral.