«El papel del instalador, en el centro de la transición tecnológica y social»

(Rafael Suárez es gerente de ASINEC, Asociación Provincial de Electricistas de A Coruña. En la siguiente tribuna de opinión analiza el papel de los profesionales en el contexto actual de cambio y transformación del sector energético).

Vivimos un momento decisivo para el sector eléctrico. Nunca antes las instalaciones han tenido un papel tan determinante en la transformación energética, la digitalización de la economía y la seguridad de las personas. La sociedad confía en que las infraestructuras eléctricas respondan con fiabilidad y calidad a retos que ya están aquí: integración de renovables, movilidad eléctrica, automatización de edificios e industrias, y un consumo cada vez más eficiente y responsable. En este contexto, el papel del instalador se sitúa en el centro de la transición tecnológica y social.

Uno de los ejes que marca con fuerza la agenda es la movilidad eléctrica. El crecimiento acelerado del parque de vehículos electrificados y la expansión de los puntos de recarga abren una oportunidad única para las empresas instaladoras. Sin embargo, este avance no está exento de dificultades: las exigencias normativas, la necesidad de dimensionar adecuadamente las instalaciones y la obligación de garantizar la máxima seguridad requieren un alto nivel de profesionalidad y actualización constante. La normativa europea y nacional avanza rápido, y nuestra responsabilidad como colectivo es anticiparnos para asegurar soluciones técnicas fiables, sostenibles y accesibles.

La formación continua se convierte, en este escenario, en la llave maestra. En Asinec lo sabemos bien: los cursos en inteligencia artificial aplicada al sector, las jornadas de seguridad en altura, de preparación de cables de alta tensión o de primeros auxilios, son una muestra de cómo la capacitación técnica y la prevención de riesgos laborales van de la mano. No basta con estar al día en reglamentos y tecnologías, se trata de fomentar una cultura de aprendizaje permanente que garantice la calidad del servicio y la protección de quienes trabajan en el terreno.

Pero no todo es tecnología. La profesión del instalador eléctrico se apoya en valores fundamentales: rigor, compromiso con la seguridad, servicio a la sociedad y orgullo de pertenencia. La celebración del XVIII Concurso de Jóvenes Instaladores en nuestra provincia es un claro ejemplo: el talento y la preparación de los futuros profesionales demuestran que contamos con una cantera de jóvenes con capacidad y motivación para liderar el futuro de este oficio. Acompañarles, apoyar su formación y ofrecerles un horizonte estable es responsabilidad de todos.

El futuro inmediato nos plantea grandes retos y oportunidades. El despliegue masivo de puntos de recarga, el desarrollo del autoconsumo, la llegada de nuevas normativas europeas sobre eficiencia y digitalización, o la necesidad de reforzar la seguridad en instalaciones cada vez más complejas, nos sitúan en un escenario exigente. Pero también nos ofrecen la posibilidad de consolidar a nuestro colectivo como motor de innovación y garantía de confianza para la ciudadanía. Somos quienes convertimos los proyectos en realidades tangibles, quienes aseguramos que la transición energética se traduzca en instalaciones seguras, eficientes y sostenibles.

Desde Asinec reafirmamos nuestro compromiso: estar al lado de los instaladores, defendiendo sus intereses, anticipando los cambios normativos, promoviendo la innovación y fortaleciendo la unidad del sector. Sólo desde la cooperación entre empresas, instituciones y asociaciones podremos responder a la altura de los desafíos que se avecinan.