Energías renovables
La Generalitat prevé instalar 12.000 MW renovables hasta 2030 y 50.000 MW más hasta 2050
La consejera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Cataluña, Teresa Jordà, presentó la semana pasada la Prospectiva Energética de Cataluña 2050, el documento que define las estrategias necesarias para materializar la transición energética en la comunidad. Ese escenario energético hasta 2050 prevé que las energías renovables se conviertan en el motor de la transformación hacia la soberanía energética, de tal forma que el sistema pasa de depender energéticamente del exterior casi en su totalidad, más de un 94 %, como ocurre ahora, a sólo un 6,7 % dentro de tres décadas.
En ese esfuerzo tiene gran influencia la previsión sobre nuevas renovables, que la Generalitat estima de 12.000 MW adicionales hasta 2030 y hasta casi 62.000 MW en 2050, para lo que se requerirá la ocupación del 2,5 % del territorio para usos energéticos. Además, el ahorro y la eficiencia energética son el eje fundamental para descarbonizar la sociedad catalana, y se prevé una reducción del 30,3 % en el consumo de energía final y del 57 % en la intensidad energética en 2050.
La consejera aludió a que «el reto es gigantesco», pero aseguró también que «queremos alcanzar la neutralidad climática, tenemos un plan para definir un modelo energético renovable y distribuido, y sabemos cómo llevarlo a cabo», y añadió finalmente que nos encontramos a las puertas «de una revolución energética» que «cambiará no sólo nuestra relación con la energía, sino también nuestros hábitos». Para la directora del ICAEN, Instituto Catalán de la Energía, Marta Morera, “hablamos de descarbonizar el sector industrial, de edificios de cero emisiones, de impulsar la movilidad limpia, de avanzar en la economía circular, de configurar un nuevo sistema eléctrico, pero también de apoderar a la ciudadanía para que participe”, resumió.

Principios vertebradores y estrategias identificadas
La Prospectiva Energética de Cataluña 2050 se ha elaborado atendiendo a 12 principios vertebradores, que son los siguientes:
- Alcanzar la neutralidad climática en el año 2050
- Abandonar el modelo energético fósil-nuclear
- Alcanzar la soberanía energética con energías renovables
- Minimizar la ocupación del territorio
- Empoderar a ciudadanos y empresas e impulsar la transformación social
- Desarrollar una economía próspera, moderna, competitiva y circular
- Poner en primer lugar la eficiencia energética
- No dejar a nadie atrás
- Aplicar el principio de neutralidad tecnológica coste-eficiente
- Asegurar un suministro energético asequible y seguro
- Diseñar un nuevo sistema eléctrico y su funcionamiento
- Apostar decididamente por la investigación, desarrollo e innovación
De estos principios emanan 20 estrategias destinadas a la gestión de la demanda, a la transformación del sistema eléctrico ya la introducción de nuevos vectores energéticos. La eficiencia energética y la electrificación de la demanda son los ejes básicos del nuevo modelo, cada vez más consumos pasarán a ser eléctricos. La movilidad eléctrica, la climatización de los edificios con sistemas de bomba de calor o la electrificación de parte de los procesos industriales sumarán en esta dirección. Así, si en 2017 el grado de electrificación de la demanda de energía era del 24,8 %, para el año 2030 se espera que sea del 34,2 % y para 2050, que aumente hasta el 76 ,4 %.
Un mayor despliegue de las energías renovables
La Prospectiva Energética sostiene que Cataluña puede cubrir el 97,5 % del consumo de energía primaria con energías renovables. Para 2030 será necesario incorporar hasta 12.000 MW de energías renovables (5.000 MW de energía eólica y 7.000 MW de fotovoltaica), cifra que deberá crecer hasta los casi 62.000 MW en 2050, 18 veces la potencia instalada actualmente.
Se ha previsto la instalación de más de 11.000 MW en instalaciones fotovoltaicas en edificios y 2.600 MW de energía fotovoltaica en otros espacios antropizados, que aportarán hasta el 40 % del total de la energía solar que se genere en Cataluña. En conjunto, hasta 2050 entrarán en servicio alrededor de las 500.000 instalaciones de energía eléctrica en tejados y cubiertas, muchas de ellas asociadas a sistemas de autoconsumo y generación distribuida, que permitirán aprovechar hasta un 65 % de su total potencial. Además y para garantizar el suministro y gestión de las energías renovables, el futuro sistema eléctrico deberá disponer de sistemas de almacenamiento que permitan desplazar en el tiempo los excedentes de energía, tanto a corto plazo como de forma estacional.
El informe también enfatiza la necesidad de implementar un nuevo esquema de funcionamiento del mercado eléctrico, avanzando que esta transformación del sector eléctrico se traducirá en un precio más competitivo de la electricidad, con un precio medio de generación eléctrica de 51,69 €/MWh para el año 2050.