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Energías renovables

Conclusiones del estudio “Impacto Socioeconómico de las Inversiones en Energía Solar Fotovoltaica”

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Conclusiones del estudio “Impacto Socioeconómico de las Inversiones en Energía Solar Fotovoltaica”
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El estudio “Impacto Socioeconómico de las Inversiones en Energía Solar Fotovoltaica” ha sido llevado a cabo por equipos de investigación de la Universidad Carlos III de Madrid y la Universidad Complutense y combina técnicas estadísticas cuantitativas con trabajo de campo cualitativo, para concluir, entre otras cuestiones, que la  implantación de plantas solares contribuye a dinamizar el empleo local, atraer población, estimular el tejido empresarial y aumentar los ingresos municipales, con una percepción social mayoritariamente positiva y relacionada con la modernización y diversificación de la economía local.

 

La energía solar fotovoltaica se revela así como una oportunidad para el desarrollo económico y social del medio rural español porque sus inversiones generan beneficios económicos y sociales significativos en los municipios donde se implantan, “los principales hallazgos evidencian beneficios significativos en el empleo local, la actividad económica y las finanzas municipales, así como efectos positivos en la demografía y la renta per cápita de los residentes”, señala Natalia Fabra, economista y profesora de Economía en la Universidad Carlos III y directora del estudio cuantitativo.

El estudio destaca que, para maximizar las oportunidades que estas inversiones suponen en el impacto socioeconómico para los municipios, las políticas públicas deben enfocarse en formación de los trabajadores, el fortalecimiento del tejido industrial y el buen uso de los ingresos fiscales. Por ello, si se mantienen y refuerzan las buenas prácticas de gobernanza, sostenibilidad y participación, las plantas fotovoltaicas pueden convertirse en un motor de desarrollo para municipios de muy diversas características.

Los principales efectos del impacto socioeconómico desde el punto de vista cuantitativo están vinculados a los siguientes factores:

Percepciones sociales y retos

Desde el punto de vista cualitativo, el estudio muestra que la percepción social es, en general, positiva y se asocia a la modernización y diversificación de la economía local. Especialmente es positiva en aquellos proyectos en los que la participación local de los ciudadanos durante su desarrollo ha sido notoria. El estudio revela que los procesos de negociación se caracterizan por la búsqueda de acuerdos y la colaboración entre empresas, administraciones locales, propietarios de suelo y colectivos sociales, dando prioridad al diálogo y la creación de convenios de colaboración que incluyan compromisos en materia de empleo, inversiones y mejoras sociales y medioambientales. En los municipios con mayor tradición energética es percibida como una evolución natural de la actividad productiva y se aprecia que, en general, la valoración social aumenta con el paso del tiempo y con su maduración. También se concluye una percepción de bajo impacto medioambiental en comparación con otras fuentes de energía, valorándose especialmente las medidas de integración y compensación ambiental.

No obstante, también se identifican retos y nuevas oportunidades para un mayor impacto positivo y de consenso en los territorios. Principalmente, se identifica la necesidad de una mayor visibilidad sobre el impacto en la biodiversidad local, mejoras en los acuerdos para minimizar el impacto en el paisaje, mayor coordinación entre administraciones y una regulación más clara que facilite la toma de decisiones, estableciendo procesos participativos y favoreciendo un diálogo transparente que permita que las inversiones responsan a las necesidades concretas y específicas de los municipios y sus habitantes.

Una guía eficaz para maximizar los beneficios locales de la fotovoltaica en los territorios

Unef, Unión Española Fotovoltaica cuenta con una guía de buenas prácticas y un Sello de Excelencia en Sostenibilidad que promueve los más altos parámetros de integración social y ambiental y que desarrolla las bases para las mejores prácticas de economía circular. Todo ello para maximizar el impacto positivo de los parques fotovoltaicos en los territorios en los que se ubican. Este sello cuenta ya con 4.575 MW certificados y 968 MW en tramitación, y se revisa de forma periódica con el fin de incorporar las recomendaciones de los diferentes actores involucrados en el desarrollo e implementación de los proyectos.