Todas las cifras de la actualización recién aprobada del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2023-2030

El Gobierno ha aprobado esta semana la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2023-2030, que considera “el eje de la oportunidad económica, social y ambiental de España”. La medida renueva valores con respecto a los previstos en la última versión, entre ellos que el objetivo de consumo final de energía renovable sube al 48 % –con un 81% de la generación eléctrica–, y el de eficiencia energética al 43 %. Además, prevé que en 2030 se hayan instalado 76 GW de fotovoltaica (con 19 GW de autoconsumo), 62 GW de eólica, 22,5 GW de almacenamiento y 12 GW de electrolizadores para obtener hidrógeno renovable.

El Consejo de Ministros aprobó la actualización según la propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. El nuevo documento renueva sus objetivos como consecuencia del avance registrado en la implementación de la Agenda Verde en los últimos años y del incremento de la ambición europea a la hora de materializar la transición ecológica, que potencie la competitividad, modernice el tejido productivo y cree nuevos ecosistemas industriales y de servicios, entre otros factores. Ahora se lo remitirá también a la Comisión Europea, a la que ya hizo llegar un primer borrador en el verano de 2023.

El Plan ahora renovado maximiza el impulso que representa en España esa transición ecológica, con una caída de la dependencia energética desde el 73 % en 2019 hasta el 50 % en 2030 y un ahorro en importaciones de 86.750 millones de euros. Además, la reducción de gases de efecto invernadero prevista para esa fecha es del 32 %, frente al 23 % que establecía como objetivo la versión original del PNIEC.

Comparativa de objetivos y resultados: PNIEC 2021-2030 Y PNIEC 2023-2030

Previsión de 76 GW instalados de fotovoltaica, incluyendo 19 GW de autoconsumo, para 2030

El Ejecutivo señala que “España es el primer gran país europeo en el que la generación eléctrica renovable ha cubierto más del 50 % de la demanda” y ahora las renovables tendrán un mayor peso en el consumo final de energía, hasta un 48 %, con una mejora de la eficiencia energética hasta el 43 %. En la actualización se incrementa también el porcentaje de electrificación de la economía, que alcanzará el 35 %, frente al 32 % del documento original, lo que favorecerá, a su vez, un aumento de la demanda eléctrica, que debe crecer un 34 % con respecto a 2019, mucho más que el 5 % del primer PNIEC.

En cuanto a generación, para 2030 se espera tener instalados 62 GW de eólica –3 GW eólica offshore incluidos–, 76 GW de fotovoltaica –incluyendo 19 GW de autoconsumo–, además de 1,4 GW de biomasa y 22,5 GW de almacenamiento, considerando también la aportación de la solar termoeléctrica.

Además, se ha incrementado la ambición de objetivos como rehabilitar 1,38 millones de viviendas, frente a 1,2 millones, o disponer de un parque de vehículos eléctricos de 5,5 millones. También se han introducido metas nuevas, en coherencia con las europeas, como alcanzar 12 GW de electrolizadores para producir hidrógeno verde y 19 GW de autoconsumo.

Parque de generación en el escenario PNIEC 2023-2030 (MW)

Inversiones y crecimiento económico previsto en la actualización

El nuevo documento estima que se movilizará una inversión total de 308.000 millones de euros hasta 2030, de los que un 82 % será privada y un 18 %, será pública (un 13 %, de fondos europeos). El 37 % de esa inversión se destinará a energías renovables, el 28 % a ahorro y eficiencia, el 17 % a redes energéticas y el 17 % a la electrificación de la economía. El Gobierno prevé que “el PIB crezca un 3,2 % con relación al escenario tendencial y se creen 363.000 y 560.000 puestos de trabajo en 2025 y 2030, respectivamente, gracias, entre otros factores, al relevante papel que jugará la reindustrialización”. Además, esa generación de empleo estará muy repartida entre todos los sectores económicos, pero tendrá especial incidencia en industria, energía o construcción.

Impacto socio-económico

Con el incremento de renovables y de la eficiencia energética se reducirán los gastos energéticos de los hogares y las empresas. El de las primeras equivalía en 2019 al 7,8 % de su presupuesto, pero ahora debería reducirse al 5,7 % al final de esta década, según el escenario de precios previsto. Otro beneficio adicional tendrá que ver con la reducción de las emisiones contaminantes y la disminución de las muertes prematuras asociadas a la contaminación atmosférica.