Energía
Retos pendientes para la nueva vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen
Sara Aagesen ha prometido a primera hora de la mañana de este lunes 25, ante el Rey Felipe VI su cargo como nueva vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en relevo de Teresa Ribera, tras el nombramiento de esta última como vicepresidenta ejecutiva de la nueva Comisión Europea.
El cambio en el departamento supone un refrendo a la continuidad de la política energética en el Gobierno. Así lo ha hecho saber el propio presidente, Pedro Sánchez, que se ha referido a ella expresando destacando su labor como secretaria de Estado y como experta en la transición energética y política medioambiental para liderar “importantes políticas de transformación en nuestro país, como la coordinación y la definición del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima o la estrategia de descarbonización a largo plazo, así como también ha diseñado muchas de las políticas y de las medidas que ha dado forma al nuevo marco regulatorio energético en nuestro país”.
Retos para la nueva vicepresidenta tercera
Con su acceso al cargo, Aagesen debe hacer frente a los numerosos retos que tiene por delante la política energética en España en lo que resta de legislatura. En primer lugar, destacan las redes eléctricas y su dimensionamiento de cara a un futuro en el que la electrificación y los nuevos objetivos de demanda que vienen también de la mano de la integración de nuevas tecnologías, implican la necesidad de una red más robusta, de la que dependerá en buena parte poder cumplir los objetivos del propio PNIEC. Las grandes eléctricas reivindican eliminar el límite de inversión en ella, pero el Gobierno no ha accedido hasta ahora porque ese incremento de gasto repercute directamente en el consumidor final, vía factura eléctrica, y es precisamente la factura uno de los nuevos asuntos a resolver porque se deben revisar los cargos que se incluyen en ella de cara al nuevo año, y sobre los que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha propuesto un descenso promedio del 4 %. Y también deberá resolver el futuro de la tarifa regulada o Precio Voluntario al Pequeño Consumidor, su posible desaparición y la nueva fórmula a considerar. A la CNCM, el Gobierno le ha solicitado una mejora de la retribución de las redes antes mencionadas para asegurar las inversiones necesarias que implica ese nuevo escenario de la descarbonización.
Impuesto a las compañías energéticas
Otra cuestión prioritaria por lo inmediato tiene que ver con la prórroga del impuesto a las compañías energéticas a partir del comienzo del nuevo año. La reforma fiscal que se aprobó en el Congreso la semana pasada dejó a un lado la opción de ejecutar esa prórroga a un impuesto que lleva más de dos años en vigor, pero las posturas encontradas entre partidos nacionalistas que quieren derogarlo definitivamente, como el PNV o Junts, y los grupos de la izquierda, que abogan por mantenerlo, dificultan enormemente un acuerdo ante el que Transición Energética se mantiene en tierra de nadie, pero atrapado en la necesidad de los apoyos de todos que tiene el Gobierno. Una comisión parlamentaria tratará de acercar posturas antes de final de 2024 y la nueva ministra deberá hacer lo posible para satisfacer a todas las partes.
La cuestión nuclear
Otro aspecto clave será el futuro de las centrales nucleares, con la posible clausura de la central de Almaraz, en Cáceres, como uno de los primeros puntos, porque el cierre debe comenzar a tramitarse en breve para poder llegar a consumarse cuando está previsto, en el año 2027. El Gobierno se ha mostrado favorable hasta ahora a aplicar el calendario pactado hace ya más de 5 años para el cierre paulatino de las centrales que debería culminar en 2035, momento en el que ya no deberá existir producción nuclear. Pero a medida que se acerca la fecha, más voces alertan sobre el problema que puede suponer el cierre de las nucleares para el sistema, mientras las eléctricas se han rebelado ante el impuesto para el desmantelamiento y la gestión de los residuos radiactivos y defienden que si las condiciones económicas mejoran se podría adoptar una decisión distinta de cara a ese cierre previsto.
Mecanismos de capacidad
También pendiente de resolución está la creación de los llamados mecanismos de capacidad, para solucionar los problemas de centrales no rentables aunque sí necesarias, como ocurre con los ciclos combinados, porque son básicos para respaldar a las renovables y asegurar el suministro. Pero además, estos mecanismos de capacidad, que deberían entrar en funcionamiento el año próximo, también debería ofrecer una solución económica al almacenamiento energético, pendiente de desarrollo, y a la industria electrointensiva, que es clave para permitir flexibilidad al mercado eléctrico.
Los objetivos del PNIEC y la Transición Ecológica
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima deberá estar presente de forma permanente en la agenda ministerial, no en vano la ahora titular es su principal artífice, de modo que trabajar para acercarse a los objetivos debería ser una prioridad en su tiempo al frente del Ministerio. Aunque muchos sean muy complicados de lograr, por ejemplo los vinculados a la movilidad eléctrica, que Aagesen deberá contribuir a impulsar en la medida de lo posible. Y también es importante establecer los mecanismos necesarios para promover y acelerar la financiación privada, con la que deben sufragarse una parte mayoritaria de las políticas a poner en marcha.
Relaciones con las compañías eléctricas
Las relaciones con los grandes actores que son las compañías energéticas estarán muy determinadas por muchas de las cuestiones anteriores, aunque es previsible que una ministra con menor perfil político que su antecesora y considerada prioritariamente como técnica, como es el caso de Sara Aagesen, se vea favorecida de entrada por ese hecho. En todo caso, el sector percibe a la nueva ministra como la continuación de la política mantenida por Teresa Ribera, de modo que no es previsible ningún cambio sustancial. Como ella, también es percibida como un perfil más próximo al cambio climático y al factor medioambiental que al ámbito puramente energético, aunque la buena valoración de la que ha gozado el PNIEC supone un punto a su favor.
Otras cuestiones relevantes
En un segundo plano quedan quizá otras cuestiones que son igualmente relevantes y también pendientes como las subastas renovables o de cogeneración, el necesario impulso al autoconsumo colectivo, conseguir hacer de nuestro país un hub de la industria del hidrógeno renovable o el impulso que puedan suponer al mercado los certificados de ahorro energético. En definitiva, todas cuestiones de gran importancia para el sector, aunque tal vez más a medio o largo plazo.
Por su parte, en sus primeras palabras tras recibir la cartera de manos de la propia Ribera, Sara Aagesen ha querido defender “a las entidades científicas, porque nos protegen” y ha optado por un perfil prorenovable y promedioambiental, “necesitamos transformarnos de manera fundamental. Las políticas de adaptación al cambio climático son parte de esta transformación”, ha señalado Aagesen, y también “no es casualidad que la primera economía europea en conseguir el 50 % de generación renovable sea la misma que duplica el crecimiento económico medio de la OCDE”.
