Energía
Lo que se necesita invertir en redes eléctricas en Europa para sostener a las renovables
Cerca de 600.000 millones de euros hasta que concluya la década. Esa es la cifra que la Comisión Europea estima que se deberá invertir en el Viejo Continente para adecuar las redes eléctricas a lo que requiere sostener el despliegue de energías renovables en todo el continente. El apagón eléctrico del pasado lunes 28 ha puesto de mayor actualidad que nunca la necesidad de adecuar el sistema a las nuevas realidades de generación que implica el fin de la energía procedente de fuentes fósiles y todo el proceso de transición energética.
Las cifras que maneja Bruselas para inversiones en las redes se sitúan en el orden de los 584.000 millones de euros en esta década, pero no son las únicas. ENTSO-e, la asociación europea que reúne a los operadores eléctricos estima la necesidad de inversión en 96.000 millones al año, sostenido en las próximas décadas. Todo ello para una adecuada transición hacia una economía descarbonizada que es un objetivo irrenunciable. La Comisión Europea tiene como objetivo presentar un plan el próximo año para llevar a cabo el proceso, pero en el horizonte se presenta la necesidad de contar con un mercado único, que evite la actual disparidad de precios, aunque para llegar a esa meta existe todavía muchas barreras que eludir en el camino y que tiene que ver con las regulaciones propias de cada país, con la fiscalidad también propia y, sobre todo, con la necesidad de disponer de una red verdaderamente preparada.
El despliegue renovable se considera estratégico porque es la única forma de lograr la seguridad y la autonomía energética que Europa requiere en un contexto geopolítico tan inestable como el actual, y en el que se ha demostrado que la dependencia de Rusia es todo menos un factor favorable. Los recursos fósiles presentes en la Unión Europea hacen inviable que esa autonomía llegue por otra vía que por el sendero que permiten las energías limpias. Por otro lado, la propia asociación europea de operadores ENTSO-e cuantifica en 38.000 millones el ahorro anual para Europa si se despliegan las infraestructuras necesarias.
Las interconexiones en las fronteras deberían aumentar en 88 GW
Pero para lograr esa descarbonización real hay que incrementar el proceso de electrificación y adecuar las redes a ello. El “episodio ibérico” del pasado lunes parece poner de manifiesto que las renovables implican una volatilidad y una descentralización que requiere de garantías de seguridad y de redes más modernas. La mayor demanda de electricidad es otro dato que reclama esa adecuación. Estudios europeos concluyen que las inversiones en generación renovable no han estado lo bastante acompasadas por inversiones en su distribución a través del sistema eléctrico. O dicho de otro modo, no hay que atender sólo a la generación, sino también al resto de los procesos. Otros informes de la UE señalan que en 2030 las redes transfronterizas, las que propician esas interconexiones que tanto echamos ahora de menos en España, deberían aumentar en 88 GW. Pero no sólo eso, también de debe invertir en tecnologías que ayuden a estabilizar el sistema en caso de incidencias como las del pasado lunes 28 de abril, modernizar la red en definitiva de forma urgente. Se percibe como imprescindible que esas inversiones y el despliegue de las renovables vayan a un paso o, de lo contrario, estamos abocados a riesgos imprevistos, se valora en Bruselas.