Energía
La vicepresidenta Teresa Ribera irrumpe en el conflicto abierto entre Iberdrola y Repsol
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, irrumpió ayer en medio del conflicto abierto entre las compañías Iberdrola y Repsol, por el que la primera ha demandado a la segunda por competencia desleal y publicidad engañosa. Ribera se declaró neutral ante las acusaciones que se han llevado al juzgado, pero también afirmó situarse “del lado de una Agenda Verde que no pueda inducir a confusión ni a error”.
Los hechos se remontan a la demanda presentada por Iberdrola el pasado 21 de febrero, en la que acusa a Repsol de ejercer competencia desleal y publicidad engañosa, después de incurrir en el blanqueamiento ecológico, dado que emite comunicaciones comerciales y publicitarias que promocionan sus iniciativas sostenibles, “cuando su oferta multi producto busca fomentar el uso de carburantes” y la precisamente la sostenibilidad que defiende “constituye un elemento menor de sus actividades actuales”, cita la argumentación que respalda la eléctrica. Iberdrola infiere también que este tipo de comportamientos generan erosión en la confianza de los usuarios, en relación con los esfuerzos que otras compañías efectúan en favor de la sostenibilidad. Recuerdan también que Repsol ya ha sido sancionada anteriormente por el llamado greenwashing por la Advertising Standards Authority (ASA) en Reino Unido en dos ocasiones, por campañas que ellos defienden que son similares a las actuales. La argumentación sostiene también que Repsol incrementó en un 16 % sus emisiones de dióxido de carbono en 2022, y también que el 82 % de sus inversiones fueron destinadas a combustibles fósiles, mientras menos del 1 % se orientaba a la producción renovable, por la que obtiene apenas el 0,4 % de sus ingresos, según sostiene Iberdrola.
Por su parte, Repsol achaca esta iniciativa a que su propuesta ha generado “nerviosismo” en Iberdrola, y acusa a la demandante de no está acostumbrada “a manejarse en un marco competitivo, sino a depender de las reglas de un mercado regulado”. Añaden también que mantendrán la estrategia actual hacia la transición energética y seguirán avanzando en su oferta de combusibles renovables.
Este clima de conflicto ya judicializado tiene lugar en un contexto de incremento de la competencia y en el que según las cifras ofrecidas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, Iberdrola ha visto como durante el pasado 2023 perdía una cifra aproximada de 188.000 clientes en el mercado eléctrico, aunque continúa liderándolo con más de 10 millones de consumidores. Mientras tanto, Repsol fue la que más creció en el mercado, cerca de un cuarto de millón de nuevos clientes, muy por encima de los datos del resto de grandes compañías.
Teresa Ribera opina sobre la polémica
La vicepresidenta tercera ha terciado en el conflicto ratificando su neutralidad, aunque aclarando también que “sabe dónde está: del lado de una agenda verde que no pueda inducir a confusión ni a error”, además de pedir “coherencia” y “congruencia” a Repsol en relación con los compromisos de descarbonización adoptados internacionalmente. Teresa Ribera valora también que “en los últimos años hemos visto como proliferaba la publicidad de productos supuestamente verdes, y la novedad ahora es que hay una compañía que cree que se puede estar generando competencia desleal” y no como ocurre habitualmente, que la denuncia venga de parte de alguna entidad no gubernamental u organización de consumidores. Luego ha terminado recalcando la relevancia de la Agenda Verde y la apuesta por la transformación de los sistemas productivos, porque hay un «gran esfuerzo y un gran compromiso económico» y ha concluido que desde el Gobierno “tenemos que seguir vigilantes”. Sus palabras se produjeron en el transcurso de la inauguración en Bilbao del Congreso WindEurope 2024.
