Energía
La transformación de las redes eléctricas exige coherencia normativa y visión a largo plazo
La decimoctava edición de la Asamblea General de FutuRed, la Plataforma Tecnológica Española de Redes Eléctricas, reunión la pasada semana en el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades a los principales representantes institucionales, empresariales y tecnológicos del sector eléctrico español, en un momento que la propia plataforma calificó como “histórico” para el futuro de las redes.
El foro de la asamblea general sirvió para reivindicar un marco regulatorio estable para garantizar las inversiones necesarias en redes y dar certidumbre a toda la cadena de suministro. Durante la apertura, llevada a cabo de manera conjunta por la presidenta de FutuRed y directora de UFD Redes Electricidad España, Mónica Puente, y el director general de Política Energética y Minas del Ministerio para la Transición 
Ecológica y el Reto Demográfico, Manuel García, la primera señaló que “la revisión del PNIEC prevé 214 GW de potencia instalada en 2030 y una inversión en redes cercana a 53.000 millones de euros, casi una quinta parte del esfuerzo total. Los mapas de capacidad revelan que el 83,4 % de los nudos de la distribución están saturados, y 2025 ha estado marcado por incendios, olas de calor e inundaciones que ponen a prueba la resiliencia de nuestras infraestructuras”. En este contexto destacó lo relevante de la labor de la Plataforma para “identificar retos, proponer soluciones y coordinar esfuerzos para avanzar hacia una red moderna, resiliente y competitiva, desde la colaboración público‑privada, la digitalización, la formación y la retención del talento”.
Por su parte, Manuel García subrayó la necesidad de incrementar el esfuerzo inversor, un 60 % más, y de usar eficientemente la red para cumplir los objetivos de electrificación, sostenibilidad y resiliencia, en un entorno de cambios regulatorios y eventos extremos que exigen acelerar la modernización y la operativa del sistema.
Retos del horizonte 2030 e innovación
El programa de la asamblea contó con tres mesas redondas con expertos de referencia y directivos de compañías líderes del sector. La primera se centró en los retos del horizonte 2030 y participaron Redeia, Endesa, i-DE (Iberdrola), UFD (Grupo Naturgy), E-Redes España, Cide, Aseme y Aelec. Entre otras conclusiones, los ponentes concluyeron que la flexibilidad de la demanda es útil siempre que se acompañe de actuaciones estructurales y estabilidad regulatoria. Factores como la brecha social y económica en zonas rurales, el papel diferencial de los distribuidores locales, el aumento de los costes operativos o los retos de ciberseguridad son desafíos para todas las empresas distribuidoras.
También se recordó que duplicar inversiones implica duplicar tramitaciones y que la Administración debe estar preparada; invertir en redes es invertir en el futuro del país, por lo que la regulación debe dar visibilidad y certidumbre a largo plazo para toda la cadena de suministro.
El segundo debate se orientó a la innovación y contó con la participación del propio Miteco y el Ministerio de Ciencia e Innovación, entre otros, y se dialogó en torno a la necesidad de una regulación que favorezca la innovación, la transferencia de conocimiento y la internacionalización tecnológica, así como el papel de los sandboxes regulatorios. Todos coincidieron en que talento y excelencia profesional son motores imprescindibles para afrontar los retos tecnológicos y de sostenibilidad.
Digitalización y resiliencia
Por último, la tercera mesa estuvo centrada en digitalización y resiliencia y se analizaron los avances en automatización, integración de recursos flexibles, inteligencia artificial y observabilidad en baja tensión. Se destacó la colaboración entre operadores, proveedores tecnológicos y usuarios finales, así como la necesidad de formación y capacitación para afrontar los retos de la digitalización y la gestión de riesgos en tiempo real sin perder de vista la eficiencia operativa y la calidad del suministro.
La Asamblea también sirvió para repasar las principales actividades de FutuRed y sus grupos de trabajo en áreas como almacenamiento, ciberseguridad, digitalización, gestión de la baja tensión e impacto de eventos climáticos. “La necesidad de un esfuerzo inversor sin precedentes, la modernización de las redes y la agilización de los procedimientos para que las redes sean motor de competitividad”, fueron algunos puntos destacados. También se demandó “certidumbre regulatoria y coherencia normativa, esenciales para la planificación industrial y la confianza en la cadena de suministro”.
FutuRed también renovó cargos y la propia Mónica Puente fue reelegida como presidenta, mientras Martina Tomé, de Schneider Electric continúa como vicepresidenta.
