Energía
La Fundación Faes de Aznar avisa sobre el exceso de generación renovable y abandera la nuclear
En torno al título “Hitos regulatorios inaplazables para 2024” y dentro de la serie que ha dado en llamar “Claves de éxito de la transición energética”, la Fundación Faes, presidida por el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, acaba de publicar un documento en el que hace explícita su postura frente a los aspectos principales de la reforma del mercado eléctrico aprobada en el seno de la Unión Europea y se posiciona frente al incremento de generación y potencia renovable, cómo cree que debe acompasarse en el mercado y también en relación con otras tecnologías de generación como la energía nuclear.
El análisis de la Fundación Faes carga contra el Gobierno y sus políticas energéticas desde el inicio, cuando señala que “el acuerdo provisional de reforma del mercado eléctrico europeo dista mucho de la propuesta enviada a Bruselas por parte del Gobierno de España, que era totalmente intervencionista y ponía en riesgo el funcionamiento de los mecanismos de mercado”. En este sentido, Faes se muestra “partidaria de instrumentos de mercado, los contratos a plazo o PPA, frente a la excesiva proliferación de subastas públicas”.
Entre lo que denomina “hitos regulatorios inaplazables”, la Fundación de Aznar señala en primer lugar la relevancia de “acompasar el crecimiento renovable con el crecimiento de la demanda”. Después de ponderar la capacidad de nuestro país en despliegue renovable y considerarlo una “oportunidad única”, señala la importancia de acompañar ese crecimiento con “el desarrollo del almacenamiento y la electrificación de la demanda” para “equilibrar el balance diario de producción de electricidad renovable con el consumo y evitar la canibalización de precios”.
«Voluntarismo político cuasi-naif» y «populismo medioambiental»
Con respecto al proceso de transición energética, acusa al Gobierno de llevarlo a cabo con “falta de orden”, y señala que, “hasta la fecha”, su política “ha estado llevada por un voluntarismo político cuasi-naif y por el populismo medioambiental, sin ningún tipo de evaluación del mismo, generando así procesos especulativos que ahora empiezan a revelarse con las primeras muestras de viabilidad económica de muchas de las empresas creadas al calor del desorden gubernamental”.
La Fundación Faes alerta también de los riesgos de un exceso de generación renovable, “la generación intermitente necesita de potencia de respaldo para asegurar la energía comprometida si falla el recurso de las fuentes renovables. Conviene recordar que, en España, las puntas de demanda eléctrica en invierno suelen darse con vientos en calma y con poca o ninguna luz solar”, puntualiza. Y en la misma línea añade que “la acumulación de generación fotovoltaica en determinadas horas del día puede resultar en la completa desaparición del hueco térmico en esas horas, dando lugar a un sistema inestable y a precios cero o negativos”. Más aún, el documento considera que “el exceso de generación renovable puede generar –de hecho, ya lo hace– congestión en nudos de la red, obligando a los operadores del sistema a provocar vertidos, es decir, a no admitir parte de la generación intermitente o no gestionable”. A raíz de ello, vuelve a cargar contra el Ejecutivo y en contra de las subastas, “lo que carece de sentido es pensar (como parece que sigue haciendo el Gobierno) en realizar más subastas de renovables, que no harán sino empeorar la situación poniendo en riesgo, además, la viabilidad económica de los proyectos ya existentes”.
Las redes de transporte y distribución, «elemento clave»
El documento se adentra también en el debate sobre las redes de transporte y distribución de electricidad, a las que considera “un elemento clave”, y por ello también “urgente” el citado debate, “ para evitar que se conviertan en el principal cuello de botella de la descarbonización de la economía”. En este sentido alerta sobre cómo se verán afectadas por “la electrificación del transporte”.
Otra cuestión que aborda tiene que ver con la fiscalidad, apartado en el que comienza acusando al Gobierno de “apetito confiscatorio”, al imponer el impuesto por el incremento de precios, y por la “elección de imponerlo sobre la facturación de las empresas energéticas y no sobre los beneficios extraordinarios”. El documento concluye que “lo que España necesita es una reforma integral de su fiscalidad energética que no suponga un incremento global del peso fiscal sobre la energía, pero que reordene y racionalice la maraña de impuestos y tasas que tenemos sobre la energía”.
“El rechazo que pesa sobre la generación nuclear en nuestro país es difícilmente comprensible y carece de fundamento”
Y finalmente, se posiciona contundentemente a favor de la energía nuclear, “el contexto energético actual ha puesto de manifiesto como nunca la necesidad de prolongar la vida útil de las centrales nucleares en funcionamiento”, y añade que “la energía nuclear es una tecnología segura, limpia, que aporta potencia firme, estabilidad y ahorro de costes al sistema eléctrico, y que facilita el respaldo a la generación renovable”, y lamenta también que “el rechazo que pesa sobre la generación nuclear en nuestro país es difícilmente comprensible y carece de fundamento”.