Eficiencia Energética
Incrementan la altura máxima de torres de aerogeneradores para mejorar la eficiencia

Ingenieros alemanes han establecido en Gaildorf, en el estado de Baviera, Alemania, la próxima generación de torres de aerogeneradores. Conforme a los cálculos de los ingenieros, se han estimado la instalación de cuatro torres para aerogeneradores de entre 155 y 178 metros de altura, que sumados a los casi 200 metros de altitud que poseen las colinas, situarán los generadores a una altura media de 360 metros.
La ubicación y la elección de torres para los aerogeneradores tan altas no es una elevada potencia, puesto que van a montar aerogeneradores de General Electric de 3,4 MW cada torre, por contra, lo que se desea es lograr una máxima eficiencia en la producción de energía eléctrica a través de la captación del aire. Esta situación es un paso más en la optimización de las escasas situaciones para la colocación de los aerogeneradores en interior, ya que cada vez hay menores ubicaciones ideales para la instalación de los mismos, y se necesita mejorar la eficiencia de los aerogeneradores, por lo que según los ingenieros se calcula que por cada metro de altura que supere a la altura estándar actual se obtiene una mejora de entre un 0,5% al 1% en la generación, ya que se dispone de más fuerza del viento y a la vez hay menos turbulencias por lo que el rendimiento de los aerogeneradores se incrementa, así como la duración de los mismos.
Actualmente la generación eléctrica en Alemania se sitúa en el entorno del 38% del total consumida, pero las intenciones del Gobierno de Ángela Merkel están en situar a corto plazo la producción en el entorno del 50%. Por lo que los ingenieros siguen trabajando para la búsqueda de mayores rendimientos y almacenamiento de las energías producidas.
Por esto último, las bases de los aerogeneradores se han transformado en depósitos de agua que utilizan un mecanismo bomba-turbina que permite bombear agua al interior de las torres desde un lago cercano en épocas de exceso de producción y posteriormente se utiliza esta agua para producir energía eléctrica cuando deja de soplar el viento, ofreciendo una mayor estabilidad en el aporte a la red de las turbinas. El cambio de modo bombeo a turbina de generación se realiza en tan sólo 30 segundos, por lo que la respuesta a las necesidades de la red es de las más rápidas actualmente.
Cada turbina con torre suma una potencia de aproximadamente unos 17 MWh, por lo que en total con los depósitos completamente cargados de agua, alcanzan una potencia hidraúlica de 70 MWh para el parque. Aunque siempre se ha enfocado la necesidad del almacenamiento para la energía fotovoltaica, se está incorporando estas necesidades también a la energía eólica para mantener más constante su aporte de energía a la red y aumentar su capacidad de generación en momentos de escasa incidencia del viento.