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Energía

Auditorías energéticas: el primer paso hacia un consumo responsable y eficiente

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Auditorías energéticas: el primer paso hacia un consumo responsable y eficiente

El escenario mundial actual implica un uso creciente de la energía, de forma que emplearla de forma inteligente aumenta cada día en importancia. Por ejemplo, y a falta de una semana en el cómputo, en 2024 el consumo de energía creció un 1,4 %, aunque la previsión de Red Eléctrica de España llegaba al 1,6 %, en contraste con los descensos del 1,9 % y del 3,5 % experimentados en 2023 y 2022, respectivamente, por la crisis de precios.

 

El avance en la electrificación industrial y doméstica explican ese incremento, que se espera que prosiga este año, gracias a los grandes proyectos de electrificación industrial, como las fábricas de baterías y los centros de datos, que se espera tenga lugar a lo largo de 2025. En este contexto, las auditorías energéticas se presentan como herramientas fundamentales gracias a su capacidad de aportar beneficios tanto a las empresas como a los ciudadanos de a pie. Permiten reducir costos, cumplir normativas, mejorar la productividad y promover la sostenibilidad ambiental, además de facilitar el aumento del valor de los activos porque las propiedades e instalaciones energéticamente eficientes suelen tener un mayor valor de mercado.

Las auditorías son inspecciones y análisis exhaustivos del uso y la eficiencia energética de un edificio, a través de los que se permite identificar las áreas en las que está derrochando energía y recomendar formas de mejorar su eficiencia energética. También incluyen recomendaciones prácticas y seguimiento continuo, apoyado por tecnologías avanzadas que optimizan la gestión energética y aseguran el cumplimiento normativo, este último factor muy importante en un momento en el que las normas que afectan a cuestiones como la sostenibilidad no dejan de incrementarse y ganan en complejidad.

 

¿Cómo funcionan las auditorías energéticas?

La metodología de auditoría energética está diseñada para evaluar y mejorar la eficiencia energética en entornos residenciales, comerciales o industriales. Este enfoque sistemático implica una serie de pasos, cada uno de los cuales contribuye a un análisis exhaustivo del uso de la energía y a la identificación de posibles oportunidades de ahorro:

  • Recogida de datos. Sobre el consumo de energía, evaluar las facturas energéticas y entrevistar al personal para comprender los patrones de uso de la energía e identificar las áreas que deben investigarse.
  • Inspección in situ. Crucial para evaluar los equipos, sistemas e instalaciones e identificar ineficiencias, posibles mejoras y problemas de mantenimiento.
  • Análisis. Permite identificar un posible derroche de energía, evaluar la viabilidad de las mejoras y calcular el ahorro potencial.
  • Recomendaciones. El informe de auditoría contiene recomendaciones, que pueden ir desde simples cambios de comportamiento hasta importantes inversiones de capital en equipos más eficientes desde el punto de vista energético.
  • Puesta en práctica. Puede implicar la modernización, la mejora de los equipos o incluso la modificación de las operaciones diarias.
  • Seguimiento y verificación. Ambos garantizan la eficacia de las medidas de ahorro energético.

Entre las recomendaciones de las auditorías energéticas sobresale la adopción de tecnologías avanzadas más eficientes energéticamente, que sitúan a las empresas a la vanguardia de la innovación. Firmas como Socomec cuentan con productos como sus contadores de energía Countis P, diseñados para dar respuesta a ese deseo de reducción del consumo. Permiten a los usuarios controlar mejor y optimizar su consumo energético, así como gestionar de forma eficaz la subfacturación.