El Informe de Oreve concluye que 6 de cada 10 viviendas rehabilitadas necesitaban actualizar la instalación eléctrica

El Observatorio de la Rehabilitación Eléctrica de la Vivienda en España presentó ayer en Madrid el informe “La descarbonización del sector residencial en España: el papel de la instalación eléctrica en la vivienda. La visión de los expertos en rehabilitación”, un análisis completo que reafirma la “invisibilidad” de las instalaciones eléctricas en los procesos de reforma del hogar. Entre los datos que ofrece el estudio está la ausencia de criterios de descarbonización por parte de los propietarios que rehabilitan sus viviendas, 8 de cada 10 no la consideran una prioridad y sólo un 15 % de ellos lo han hecho para adaptarla a criterios de eficiencia energética.

Sin embargo, Óscar Querol, portavoz de Oreve y director general de Afme, Asociación de Fabricantes de Material Eléctrico, fue claro en su exposición, “la instalación eléctrica sólo es la novena causa de reforma de una vivienda para sus propietarios y sólo la prioriza un 13 % de los mismos”, señaló, y añadió que “la percepción es que todos va bien si la instalación funciona, si la luz se enciende al pulsar el interruptor”. Pero en la mayoría de los casos no es así, un 60 % de las viviendas rehabilitadas necesitaban actualizar su instalación eléctrica y sólo un tercio de los propietarios están dispuestos a invertir en ello, lo que provoca que un 40 % de las actuaciones necesarias se pospongan o se limiten a lo estrictamente imprescindible, aún cuando el estudio concluye que el coste medio de actualización de la instalación eléctrica se sitúa entre un 10 % y un 11 % del presupuesto total de una rehabilitación integral.

Además, Oreve cifra en tan sólo un 22,4% de los 26,6 millones de viviendas de España las que están construidas de acuerdo con el actual Reglamento Electrotécnico para la Baja Tensión, del año 2002, lo que da idea de la antigüedad del parque y de su escasa adecuación a los usos actuales.

Los criterios que tienen que ver con la descarbonización o la transición energética apenas se tienen en cuenta a la hora de plantearse la reforma de la instalación eléctrica de la vivienda, pero desde Oreve alertan sobre “la imposibilidad de cumplir con los objetivos de descarbonización del sector residencial sin un fuerte impulso de la actualización de las instalaciones eléctricas”. Todavía, un 40 % del consumo energético residencial depende del gas o derivados fósiles, y la transición energética a viviendas neutras en emisiones pasa por su electrificación.

El informe de Oreve se ha presentado en esta ocasión en colaboración con el CGate, Consejo General de la Arquitectura Técnica de España, para ofrecer detalles sobre cómo los arquitectos técnicos intervienen en la rehabilitación. Teniendo en cuenta que tan sólo un 20 % de las operaciones de compra de vivienda tienen que ver con vivienda nueva, el concepto de reforma resulta esencial en ellas. Oreve apuesta por la obligatoriedad de la existencia de un informe que asegure cómo está la vivienda y su instalación eléctrica a la hora de llevar a cabo un proceso de compra, porque se estima que casi un 90 % de los usuarios no tiene claro lo que compra al adquirir una vivienda usada. En este sentido, hasta 7 de cada 10 profesionales de la arquitectura técnica consideran relevante incorporar los objetivos de descarbonización y eficiencia en las recomendaciones sobre el alcance de una rehabilitación, y un 60 % de ellos están de acuerdo en que la actualización de la instalación eléctrica debe incluirse en las decisiones de una rehabilitación.

Propietarios que priorizan estética y confort frente a eficiencia o seguridad

El estudio señala que existe una brecha importante entre lo que el propietario quiere y aquello que la vivienda necesita, porque los primeros tienden a priorizar la estética y el confort frente a la eficiencia o la seguridad. En concreto en un 51 % de las rehabilitaciones las peticiones de los clientes coinciden sólo parcialmente con lo que requiere el inmueble y en un 33 % están alejadas de las necesidades reales. Sólo en un 15 % de los casos hay coincidencia entre las expectativas del propietario y los criterios técnicos de actuación.

Otro aspecto tratado en la presentación tiene que ver con las ayudas públicas, que son complejas y poco efectivas, de tal forma que menos de un 10 % de los propietarios que rehabilitan las solicitan. Especialmente porque conllevan una burocracia excesiva (76 %), lentitud en la tramitación (39 %) y la necesidad de adelantar el dinero (38 %). Desde Oreve y CGate apuestan por simplificar y agilizar sus procedimientos y centran el enfoque en otras opciones como las desgravaciones fiscales.

En su parte final, el informe ofrece recomendaciones y propuestas para las administraciones, los profesionales y la ciudadanía, orientadas a transformar el actual modelo de rehabilitación. Simplificar y agilizar las ayudas públicas; incorporar la instalación eléctrica en las líneas de ayuda, con un mínimo del 10 % de los fondos a su actualización; exigir un informe técnico previo en compraventas de viviendas usadas; implantar inspecciones periódicas de las instalaciones eléctricas en viviendas antiguas; o promover campañas de sensibilización ciudadana, centradas en el confort, la salud y la revalorización del hogar, son las principales. Óscar Querol afirmó que Oreve ha recibido una buena receptividad por parte de las administraciones, “con motivo del primer informe, hace un año, se interesaron mucho por si el estado de la instalación eléctrica suponía un freno a la descarbonización”. Pero algunos ejemplos dan idea también de la dificultad de implantar ciertas iniciativas, “el certificado energético, por ejemplo, cumple con su obligación de estar presente, pero en todo este tiempo no ha podido cumplir con su función de influir en la decisión de compra porque no se sabe interpretar”.