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Innovación

Prueba piloto sobre cómo seran las infraestructuras eléctricas del futuro

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Prueba piloto sobre cómo seran las infraestructuras eléctricas del futuro
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El municipio de Barbens, en Lleida, es el escenario elegido para la instalación de un centro de transformación totalmente digitalizado y con todas las tecnologías que existen en el mercado en relación con las infraestructuras eléctricas. Se trata de una prueba piloto llevada a cabo por Endesa con el objetivo de contribuir a allanar el camino para la electrificación y la descarbonización de la sociedad.  

 

Esta prueba piloto tiene previsto expandirse, en primera instancia, a toda Cataluña y, después al resto de territorios donde la compañía eléctrica está implantada y aglutina en un solo equipo todas las soluciones de digitalización, tanto en media como en baja tensión, a través de una serie de dispositivos avanzados. De entrada, la máquina cuenta con un transformador autorregulable que supervisa automáticamente sus cargas para equilibrar y estabilizar en todo momento las tensiones de la infraestructura y evitar, de esta manera, sobrecargas que podrían provocar alteraciones en el suministro a los clientes. Este elemento es crucial dada la cada vez mayor presencia de autoconsumos o de vehículos eléctricos conectados a la red. También incorpora sensores avanzados para vigilar el estado de las líneas de baja tensión y controlar posibles desequilibrios. Estos aparatos, además, permiten planificar nuevas conexiones, detectar puntos calientes en las infraestructuras eléctricas (lugares en la red que puedan tener una temperatura superior a la que toca y que pueden ser origen de futuros problemas) y contribuyen a vincular la conexión entre las acometidas y el cliente.

 

Sistema LARS, (Localización de Averías y Reposición de Suministro)

Igualmente, este aparato dispone de detectores de paso de corriente, es decir, un sistema que revela, si es el caso, en qué punto exacto de la red no pasa energía, con lo que se agiliza la resolución de incidencias, ya que permite aislar el tramo dañado con mucha más rapidez y precisión. Estos detectores van asociados al sistema LARS (Localización de Averías y Reposición de Suministro) -también crucial en el proceso de digitalización-, un sistema automático que funciona cuando se produce una incidencia como si fuera un operador virtual, de manera que desde el mismo sistema del Centro de Control se realizan automáticamente las maniobras necesarias en la red para aislar incidencias y reponer el suministro de forma más rápida. Así, el LARS se encarga de gestionar los telemandos y está previsto que en el futuro se pueda hacer mucho más, ya que se está trabajando para integrar datos históricos, mapas de obras en las calles y previsiones meteorológicas, entre otras, con el fin que el sistema pueda determinar con mayor precisión y rapidez en qué punto de una línea se ha producido una incidencia y así poder actuar más rápidamente en caso de averías producidas, por ejemplo, por tormentas.

Finalmente, el nuevo centro de transformación también dispone de concentradores de telegestión (que gestionan la lectura de los contadores, ya digitales) y están dotados con sistemas de telemandos, es decir, unos dispositivos de actuación remota que permiten controlar y maniobrar la red a distancia, desde el Centro de Control de la Compañía. Esta característica posibilita que el tiempo de respuesta sea mucho más rápido en caso de una eventual incidencia, sea cual sea la causa, ya que agiliza la localización de la avería a la vez que permite la maniobra de la red a distancia sin desplazar personal con el fin de alimentar a los clientes por vías alternativas, siempre que esto sea posible. La automatización permite reducir hasta un 20 % el tiempo de afectación a los clientes.

 

Objetivo triple de estas nuevas infraestructuras eléctricas

El objetivo de la iniciativa es triple: absorber puntas de demanda concretas, el consumo de nuevos clientes que lo soliciten y reforzar el incremento de demanda que pueda producirse en el futuro como consecuencia de la electrificación de la economía, o lo que es lo mismo, el aumento del uso de la electricidad producida a partir de energías renovables con el fin de reducir el uso de tecnologías que emiten CO2, la solución más eficiente y rentable para conseguir la neutralidad de carbono que quiere conseguir la Unión Europea.