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El primer magnetotérmico rearmable de ABB cumple 100 años

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El primer magnetotérmico rearmable de ABB cumple 100 años
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Después de 100 años desde la creación del primer interruptor magnetotérmico rearmable, la innovación en tecnología de seguridad eléctrica se vuelve fundamental para un viaje hacia la neutralidad en cero emisiones, ya que las fuentes de energía renovable requieren de una gestión eficiente de la red. ABB celebra el primer siglo de vida de un interruptor pionero que define como “héroe oculto” y que sigue estableciendo estándares en la industria por su rendimiento, tamaño compacto, conectividad y transparencia.

 

El interruptor magnetotérmico de ABB celebra 100 años protegiendo circuitos eléctricos y adaptándose para satisfacer las necesidades de sostenibilidad del futuro. Teniendo en cuenta que cerca de la cuarta parte de todos los incendios ocurren en edificios residenciales, el interruptor automático de ABB no solo ha revolucionado la forma en que vivimos al permitir hogares seguros, sino que también lleva la seguridad eléctrica a toda la sociedad, desde la infraestructura ferroviaria hasta las fábricas, los edificios comerciales y los centros de datos. Su diseño compacto y flexible, hace que la instalación sea más sencilla y ayuda a abordar la actual falta de habilidades en la industria.

Al combinar disparos térmicos y magnéticos en una sola unidad reutilizable, el interruptor magnetotérmico fue patentado en 1924, siendo capaz de desconectar elevadas corrientes para luego ser rearmado, lo que significó que los dispositivos no tenían que ser reemplazados repetidamente. En la actualidad, ABB tiene ocho fábricas en todo el mundo que fabrican interruptores automáticos con más de 100 millones de polos al año.

 

Más electrificación supondrá más necesidad de seguridad eléctrica

Los interruptores automáticos detectan defectos eléctricos como cortocircuitos y sobrecargas, desconectando el circuito en 10 milisegundos, es decir, 10 veces más rápido que parpadear, y se pueden restablecer de forma fácil y rápida sin necesidad de reemplazarlos. A medida que avanzamos hacia un futuro de cero emisiones, es esencial aumentar la electrificación e integrar fuentes de energía renovables más diversificadas. Esto significa que los dispositivos de protección tienen que gestionar cargas eléctricas aún mayores junto con las variaciones en el suministro y la demanda de energía. ABB proporciona seguridad eléctrica a todas estas aplicaciones; desde paneles solares y bombas de calor hasta vehículos eléctricos, brindando además protección adicional contra otros defectos como corrientes residuales a tierra, sobretensiones permanentes o transitorias, o corrientes de arco eléctrico.

Los dispositivos de protección actuales hacen que los edificios de todo el mundo sean más seguros, inteligentes y sostenibles. Los diseños compactos permiten su instalación incluso en edificios históricos donde el espacio es limitado. Las estructuras de madera en muchos de los edificios históricamente significativos del mundo, como los molinos de viento de Kinderdijk en los Países Bajos y la Catedral de Aquisgrán en Alemania, son particularmente vulnerables a riesgos eléctricos que pueden provocar incendios. Los sistemas eléctricos se han actualizado en estos edificios del Patrimonio Mundial de la UNESCO con la instalación de dispositivos de protección compactos como los dispositivos de detección de arcos eléctricos (AFDDs), que cuentan además con protección magnetotérmica integrada, protegiendo estos hitos culturales para las generaciones futuras.